Tres meses de espera promedio para tener turno con un especialista, operaciones programadas que demoran por más de un año, guardias de urgencias saturadas, con gente esperando hasta 6 horas, y sa parte del panorama de atención sanitaria en las principales ciudades del país. Sí particularmente empeorado en la atención pediátrica.

Entre las razones hay algunas atenibles, como la migración de profesionales con el deterioro de la economía argentina, y otros incomprehensables, como la particular presión impositiva que lleva a que muchos médicos directamente elijan no trabajar para no tener que facturar por encima de los límites del monotributo y entrar en el régimen de ganancia que afecta sus ingresos en forma sin precedentes.

Un ejemplo concreto de lo que pasa en la salud pública, como se refleja en la ciudad, lo que pasa en muchos hospitales es la situación de Hospital de Niños Sor María Ludovica que funciona en La Plata. «Nuestra institución está en franco deterioro, desde hace al menos una década y tenemos todo tipo de inconvenientes», dijo el dijo PARFIL Zulma Fernández, jefa de servicio de Clínica Médica. Y ejemplificó: «En el verano de 2022 setecientas cirugías en espera. Este año ya superamos las mil programadas».

Pero, según la presidenta de la asociación de profesionales, el gran problema es el éxodo de profesionales que renuncian y cuyos puestos quedan vacantes. “Renuncia de cinco médicos de Terapia Intensiva y 4 residentes sin tomar el cargo finalizada la capacitación. O sea que Intensiva perdió, en total, nueve médicos; Salud Mental perdió tres; el titular de Cuidados Paliativos solicitó un año de licencia; renunciando a siete neonatólogos y la lista sigue. En los últimos dos años se fueron 51 profesionales de una vez especial”.

Para medirlo en otros términos, un hospital de alta complejidad, que recibió derivaciones de toda la Provincia y que tenía 350 camas de internación, funciona ahora con doscientas. Hay, además, un nuevo reglamento para los médicos residentes qu’implica que cumplan menos horas semanales. Y muchos de estos cargamentos quedaron desiertos por falta de aspirantes. Finalmente, también han perdido parte de la aparatología necesaria para una atención de calidad.

Muchas de las razones de esta situación sanitaria son conocidas y, en parte, exceden a este nicho. Pero otras son particulares del sector y podrían solucionarse de forma relativamente sencilla. «Hay un tema gravísimo que se originó en la falta de actualización del valor del monotributo que usan los médicos para facturación», ha explicado. PARFIL neurólogo Martín Cesarini, presidente de la Asociación Médica Platense (AMPERIO). Esta reunión realizó una encuesta a mil médicos de La Plata y encontró que, como consecuencia de la presión tributaria, seis de cada diez profesionales afirmaron que «se vio obligado a reducir su oferta laboral para no perder ingresos por el cambio de régimen tributario». Además, el 82% dijo que la situación tributaria afecta negativamente su desempeño laboral”. Según Cesarini, «esta tendencia que vemos en nuestra ciudad consolidado en todo el país. Creemos que es un factor qu’aiuda a deteriorar el acceso a la salud de la población”. Ya han pedido reuniones con autoridades y legisladores por este tema, pero –por ahora–, no fueron recibidos.

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