Virus patógenos no nuestro dan descanso. Apenas el SARS-CoV-2 is toma un respiro y sus cifras de casos y mortalidad bajan hasta diluirse entre otras patologías infecciosas como la flue, otra fermedad viral vulve por sus fueros a dar la alerta. En un acto médico realizado el martes pasado, Carlos Giovacchini, coordinador del Dirección Nacional de Epidemiología en el Ministerio de Salud de la Nación, reveló que –en los últimos días– los casos dengue se duplicar. En el registro más reciente, las organizaciones encontraron 9.389 casos de dengue (tipo 1 y 2), que fueron confirmados desde 63 localidades ubicadas en 13 provincias argentinas. Para comparar la situación, en el período anterior -la segunda semana de marzo- se habían registrado 4.828 casos, en 12 provincias.

¿Es el aumento reciente de contagios no es sorprendente ya que en el Boletín Epidemiológico Nacional Nº 10, publicado a principios de marzo, puede leerse que “en las últimas tres semanas se observó un marcado aumento al mismo período de los dos años anteriores: del 683% respecto del promedio registrado para el mismo del año en 2022 y del 159% comparado con el mismo periodo de 2021″.

También es interesante que surjan las últimas anotaciones epistemológicas es que, en este momento –tomando en cuenta la población relativa– las provincias más afectadas por casos de dengue en Tucumán, Salta y Santa Fe, mientras que CABA entra al sexto lugar. Finalmente, el grupo etario más”golpeado“por este virus son los adultos jóvenes.

Según los expertos en salud pública, lamentablemente, esta tendencia no debería sorprender demasiado ya que, si bien esta patología es endémica desde hace décadas en buena parte de los países de la región, en los dos últimos años tanto el dengue como otra patología cercan emergente , el chikungunya, ven”expandiendo su alcance, tanto sea considerando la cantidad de casos como también su llegada creciente a nuevas áreas geográficas hasta ahora vírgenes de transmisión. Las cifras de la Organización Panamericana de la Salud sugieren que la «tríada» de enfermedades de esta familia de virus transmitidos por este mosquito se integran así: el el dengue alcanza casi el 90% de los casos. El otro 10% niño de chikungunya y un 1% niño casos de contagios del virus de zika.

En el caso de «chikun”, las cifras más recientes registradas por las autoridades epistemológicas de Argentina también sugieren un crecimiento sostenido suman 528 casos, que proceden de cinco provincias distintas. Tanto la magnitud de estos casos es veinte veces menor que en el dengue, también es una situación en expansión porque –hasta ahora– solo había registros de pacientes con chikungunya en provincias traseras: Salta y Jujuy, y un total de alrededor de 120 casos. También por primera vez se confirma en Argentina la circulación local de este virus Solo se establece que los afectados identificados integraban brotes «autóctonos» (de pacientes sin antecedentes de viaje a zonas con circulación viral confirmada).

El 99 % de los casos de «chikun» se registraron en el Cono Sur y de esos, casi las tres cuartas partes ocurrieron en Paraguay. De hecho, en dicho país ya superan los 47 mil pacientes afectados por esta patología y suman una cincuentena de fallecidos.

Vale recordar que este no es un tema que a la Argentina le sea indiferente dadas las fronteras extensas compartidas y el intenso flujo de personas que las cruzan a diario. Incluso, no solo se considera la proximidad geográfica con las provincias del norte argentino sino que hay qu’observer qu’uchas personas van y vienen, en forma directa, desde Paraguay à la zona del AMBA.

Finalmente, también se piensa que ya está teniendo «co-circulación” de diferentes serotipos de dengue, en las mismas zonas geográficas, algo que se ha observado en Brasil en años anteriores. No es importante que aumente las posibilidades de que una persona se vuelva a infectar con otro subtipo del mismo virus. “Esta situación eleva exponencialmente el riesgo de dengue grave o hemorrágico, una complicación del confinamiento que potencialmente es fatal”, detalló Diego FlichmannInvestigador del Conicet y profesor de virología de la UBA.

historia de la fiebre del dengue

Con respecto al dengue, si bien hay casos históricos, desde el punto de vista de la salud pública el año «clave» del reingreso de esta patología y su llamado de atención en materia de contagios data de 1998. Desde ese momento hasta hoy se contabilizaron tres fuertes brotes epidémicos en los años 2009, 2016 y 2020.

Sin embargo, más allá de esos”fotos”, la observación de los expertos año tras año muestra que las áreas de riesgo se han ido expandiendo progresivamente hacia nuevas regiones, especialmente hacia latitudes más sureñas, un progreso facilitado por el calentamiento global y el clima climático. Junto a eso, también se ha ido registrando, en varios países, zonas con una mayor «cocirculación» de los diferentes serotipos de dengue, lo cual eleva el riesgo de que las personas que reinfectan padezcan de alguna complicación grave.

El evento medico reciente dedicada a la capacitación en infectología sobre dengue, que organizó la Universidad iSalud, concluyó destacando una fecha impactante. En la palabra de Giovacchini, «tal como viene 2023 hasta ahora en materia de estas infecciones virales, el escenario actual de salud pública es una de las historias más completas de la enfermedad por arbovirus en Argentina”.

Cómo controlar los mosquitos

En una de las charlas del evento médico sobrio dengue el biologo Marcelo Abril, director de la Fundación Mundo Sanoexplicó que «la gran dificultad [con estas patologías] es como controlar la proliferación del mosquito vector de la transmisión del virus. «Esto, en el terreno, es muy complejo sobre todo por la falta de provisión de agua corriente potable, que obliga a tener tanques y cisternas en la mayoría de los parajes. Estos lugares sirven como criaderos. Gente acumula recipientes y botellas de plástico y goma con la intención de venderlos luego. Y esos elementos juntan agua estancada. Par eso para cambiar este paradigma en el largo plazo el tema pasa por disminuir la pobrezadesenrollar la economía y probador de servicios adecuado a la gente”. Mientras tanto, las alternativas más a mano pasan por el famoso descacharrar patios, balcones y jardines, cambiar el agua de bebederos de mascotas, floreros y platos bajo macetas, limpiar desagües y canaletas; usar repelentes, espirales y mosquiteros en el hogar.

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