Cuando se trata de disfrutar de los grandes placeres de la vida, tanto el sexo como alimento Están en la cima de nuestra lista de prioridades. Ambas son experiencias sensoriales, donde los sentidos juegan un papel clave a la hora de intensificar las emociones, las conexiones y los momentos íntimos. Desde la textura de un plato bien cocinado hasta el tacto de la piel de tu pareja, la gastronomía y el placer sexual comparten más de lo que imaginamos.
Compartir una comida con alguien puede ser una de las formas más efectivas de fortalecer la intimidad como pareja. Valérie Tasso, psicóloga, sexóloga y embajadora de Lelo, comenta que “cuando una pareja viene a consulta porque siente que algo no está bien, hay una pregunta clave que suelo hacer: ‘ustedes comen juntos?’. «Este simple acto revela aspectos profundos sobre la intimidad y el compartir». Así, comer juntos puede ser mucho más relevante de lo que parece, siendo un espacio de conexión y reflexión compartida.
Este ritual de compartir una comida permite a las parejas desconectar del mundo exterior y centrarse en su relación, por lo que el entorno también juega un papel crucial. Como comenta Camino López, experto en cocina, es la clave de cualquier experiencia íntima: «La luces bajas Envuelven todo en una suavidad que relaja al instante. La música suave relaja tus músculos y de repente estás solo tú, la comida y la compañía.
Sin embargo, el simple hecho de comer con nuestra pareja no aumenta nuestra libido. Valerie Tasso indica que «dependerá de cada uno de nosotros, y si es la primera vez compartimos un almuerzo/cena con él o si ya van varias veces. En este sentido, la primera vez la sensación que nos suele invadir, por norma general, es la de cierto pudor, de algo de timidez e intimidación y eso suele ser una barrera a la hora de pensar en sexo o imaginarnos intimando con la persona que nos gusta.
Alimentos afrodisíacos, ¿realidad o mito?
Aunque comer no siempre ayuda a tener intimidad o aumentar la libido, lo que comemos puede hacer que nuestra aumentar el deseo sexual. No podemos hablar de gastronomía y sexualidad sin mencionar los alimentos afrodisíacos. Para muchos, ciertos ingredientes como el chocolate o las ostras tienen una reputación casi mágica a la hora de despertar el deseo. Sin embargo, Camino López tiene una visión más pragmática: «Más que por sus propiedades ‘mágicas’ es por el efecto psicológico y sensorial que generan. Ingredientes como el chocolate liberan endorfinas, mientras que las especias aceleran el pulso, literalmente.
La doctora Silvia Cintrano opina lo mismo: «Aunque no existen alimentos que ‘per se’ generen un aumento del deseo sexual o activen la excitación, tenemos una mente que es capaz de erotizar casi cualquier estímulo.
En este sentido, Camino López comenta que los siguientes alimentos pueden ayudarnos con el deseo sexual:
1. Chocolate: «¿Quién puede resistirse al cacao? El chocolate no sólo es delicioso, sino que también estimula la producción de endorfinas, esas ‘hormonas de la felicidad’ que te ponen de buen humor. Si a eso le añades un poco de misterio y seducción… ¡el efecto es doble!”, comenta.
2. ostras: Según Camino López, tal vez no sean las más fotogénicas, «pero las ostras son ricas en zinc, que dicen que despierta el deseo y estimula la testosterona. Además, comer una ostra tiene algo de ritual… y cada ritual tiene su mística. ¿bien?
3. Miel: Desde la antigüedad la miel se ha asociado con el amor, y no es casualidad: es dulce, pegajosa y natural. ¿Sabías que de aquí proviene el término luna de miel? Alguna vez se creyó que una cucharadita de miel al día haría feliz a cualquier pareja. El experto dice que contiene boro, un mineral que ayuda a regular la sangre. niveles de estrógeno y testosteronadando un pequeño impulso a las hormonas del amor. «Además, es una fuente rápida de energía, perfecta para revitalizar el cuerpo y despertar el espíritu», explica.
4. Palta: Su textura cremosa y su suave sabor son sólo el comienzo. «Los aztecas ya lo llamaban ‘el fruto del amor’ (¡ojo, significa ‘testículo’ en náhuatl!). “Tiene grasas buenas que mejoran el estado de ánimo y la energía… ¡y de ahí a otras cosas solo hay un paso!” dice Camino.
5. Canela: Ese toque dulce y especiado es como un perfume para los sentidos. La canela contiene aldehído cinámico, un compuesto que mejora la circulación sanguínea y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, eleva la temperatura corporal e incluso parece darle vida a la sangre. Un toque en el café y bam, tienes una poción de amor disfrazada de bebida.
La comida como elemento sexual
Utilizar la comida en las experiencias sexuales es una práctica más que recurrente en muchas parejas. ¿Quién no ha visto en alguna escena de película cómo se utiliza el chocolate o la nata para los juegos? Un estímulo neutro, como el hielo, cuya función es enfriar una bebida, podría utilizarse en los juegos sexuales y adquirir un tono erótico. Lo mismo ocurre con ciertos alimentos. «Para erotizar la comida hay que prestar atención a todo el contexto: una compañía que seduce, un ambiente íntimo y confortable, las expectativas de lo que motiva el momento… además de los alimentos que resultan apetecibles. Todo ello genera una serie de asociaciones que facilitan la percepción de la experiencia como un estímulo erótico”, explica Silvia Cintrano.
Dentro de las prácticas sexuales que combinan ambos placeres, el ‘salpicar‘. Esta práctica consiste en utilizar la comida como parte del juego sexual, tal y como la describe Valérie Tasso: «Consiste en untar a tu pareja con alimentos de diferentes texturas, colores y sabores. Esta práctica tiene sus raíces en la antigüedad, pero sigue siendo muy popular. Es un verdadero arte que requiere talento tanto sexual como culinario.
Su origen proviene de una revista erótica de finales de los 80 llamada Splosh! de contenidos eróticos en los que hombres y mujeres se encontraban en situaciones cuanto menos pegajosas, como aceite, huevos, pasta… La revista desapareció en 2001, pero se mantuvo su nombre (que es una onomatopeya del ruido que hecho). marcas). comida cayendo sobre el cuerpo) para una práctica erótica que también se conoce como WAM, siglas de Wet And Messy fetichismo (en español: fetichismo húmedo y caótico).
«Es interesante saber que, en sus inicios, era una de las prácticas que formaban parte del erotismo del BDSM (Bondage-Disciplina, Dominación-Sumisión, Sadomasoquismo), debido a la connotación de ‘suciedad’ y un cierto ‘ humillación’ que suele presentar. . El chapoteo Ya no es así porque se ha democratizado mucho al volverse viral”, afirma Valérie Tasso.
«Como cualquier práctica erótica que queramos probar, lo importante es la comunicación con la pareja y lo que estamos dispuestos a hacer y lo que no (marcar los límites). Eso no significa que no haya lugar para la improvisación. Pero siempre con cabeza”, concluye el experto de Lelo.