La incorporación de inteligencia artificial (IA) en el ámbito público en México ha experimentado un notable aumento en tiempos recientes. No obstante, este progreso tecnológico ha venido con inquietudes sobre la claridad y la responsabilidad en su aplicación dentro de las entidades del gobierno.
Situación actual de la IA en el ámbito público mexicano
Científicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) han detectado al menos 119 usos de IA en funcionamiento dentro de los tres poderes de la Unión y los tres niveles de gobierno en México. Estas herramientas incluyen desde chatbots para servicio al ciudadano hasta sistemas de análisis de datos para apoyar en la toma de decisiones. No obstante, acceder a detalles específicos sobre estas aplicaciones ha resultado complicado debido a la falta de transparencia y la reticencia de ciertas instituciones a ofrecer información precisa sobre su utilización y operativa.
Investigadores del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) han identificado al menos 119 aplicaciones de IA operando en los tres poderes de la Unión y en los tres niveles de gobierno en México. Estas herramientas abarcan desde chatbots para atención ciudadana hasta sistemas de análisis de datos para la toma de decisiones. Sin embargo, obtener información detallada sobre estas aplicaciones ha sido un desafío debido a la opacidad y la resistencia de algunas instituciones a proporcionar datos claros sobre su uso y funcionamiento.
Con el propósito de impulsar la transparencia, académicos del CIDE han creado un registro de algoritmos empleados por el sector público en México. Este esfuerzo tiene como objetivo documentar las aplicaciones de IA en diversas instituciones y subrayar los obstáculos para acceder a información esencial sobre su uso, regulación y fines. Durante el proceso de obtención de datos, se enviaron cerca de 2,200 solicitudes de transparencia a entidades gubernamentales. Sin embargo, muchas dependencias mostraron reticencia a la hora de proveer información o respondieron de forma ambigua. En ciertas ocasiones, las instituciones solo admitieron el uso de IA tras interponer recursos de revisión ante los entes de transparencia. Estados como el Estado de México y Nayarit se destacaron por su falta de respuesta generalizada.
Confusión y escasa comprensión sobre la IA
Otro inconveniente detectado es el desconocimiento existente dentro de las mismas instituciones acerca de qué califica como una aplicación de IA. En numerosas respuestas a solicitudes de transparencia, las dependencias mencionaron herramientas de software convencional, como paquetes de oficina o sistemas de ciberseguridad, como si fueran inteligencia artificial. En total, 223 aplicaciones reportadas no cumplían con los requisitos fundamentales para ser clasificadas como IA, lo que evidencia un problema de desinformación incluso en las áreas de tecnología de la información del gobierno.
Aspectos éticos y peligros relacionados con el uso de la IA
Consideraciones éticas y riesgos asociados al uso de la IA
Urgencia de un marco normativo apropiado
Necesidad de un marco regulatorio adecuado
La falta de transparencia en el uso de IA por parte de los gobiernos resalta la necesidad de establecer marcos regulatorios que garanticen la auditabilidad y responsabilidad en el uso de estas tecnologías. Es esencial analizar las legislaciones en diferentes ámbitos e identificar cómo podrían ser utilizadas adecuadamente para garantizar que la implementación de IA respete los derechos de la ciudadanía y opere de manera ética y transparente.