La presidenta de Perú, Dina Boluarte, anunció este sábado el nombramiento de Jorge Luis Montero Cornejo como nuevo titular del Ministerio de Energía y Minas. La decisión fue comunicada a través de la cuenta oficial de la presidencia en X (antes Twitter), marcando un cambio clave en el gabinete luego de semanas de tensiones vinculadas al sector minero.
El nombramiento de Montero Cornejo se produce luego de la censura del anterior ministro, Rómulo Mucho Mamani, por parte del Congreso. El Legislativo consideró que Mucho Mamani no gestionó adecuadamente las protestas de los mineros artesanales y de pequeña escala, quienes durante más de una semana se manifestaron en Lima exigiendo soluciones a sus demandas. La censura, medida que obliga a renunciar al ministro afectado, fue un reflejo de la creciente presión política y social que enfrenta el gobierno respecto al sector minero.
Montero Cornejo, que ahora asume una de las carteras más estratégicas del país, es economista y tiene amplia experiencia en los campos energético y minero. Según la agencia estatal Andina, el nuevo ministro fue viceministro de Energía y Minas en 2020 y es diplomado en derechos humanos, además de destacarse como especialista en proyectos con impactos socioambientales. Este perfil técnico y experiencia previa en el sector podrían ser claves para abordar los retos inmediatos a los que se enfrenta su gestión.
Uno de los primeros desafíos que deberá afrontar Montero Cornejo será atender las demandas de los mineros artesanales y de pequeña escala, que han protagonizado masivas protestas en las últimas semanas. Estas movilizaciones alcanzaron su punto máximo con una manifestación frente a la sede del Congreso, donde los trabajadores del sector exigieron la extensión de una licencia que les permitiera continuar su actividad sin ser criminalizados. La licencia, que originalmente expiró el 31 de diciembre de 2024, finalmente se extendió hasta el 30 de junio de 2025, con la posibilidad de una extensión adicional de seis meses. La decisión fue aprobada por el Congreso el viernes por la noche, apenas un día antes del anuncio del nuevo titular del ministerio.
El conflicto minero refleja la compleja realidad del sector en Perú, un país donde la minería representa una de las principales fuentes de ingresos, pero también una de las mayores fuentes de conflictos sociales y ambientales. Los mineros artesanales y de pequeña escala, en particular, desempeñan un papel fundamental en la economía informal del país, pero a menudo enfrentan obstáculos legales y regulatorios que obstaculizan su actividad. La extensión de la licencia otorgada por el Congreso busca darles más tiempo para formalizarse y adaptarse a la normativa vigente, aunque no está exenta de críticas de sectores que exigen un mayor control sobre la extracción ilegal y sus efectos ambientales.
El cambio en el Ministerio de Energía y Minas llega también en un momento políticamente delicado para el presidente Boluarte. Su gobierno ha enfrentado preguntas recurrentes del Congreso, que recientemente negó el permiso al presidente para viajar a la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York. Este episodio pone de relieve las tensiones entre el Ejecutivo y el Legislativo, que han sido una constante desde que Boluarte asumió la presidencia.
El nombramiento de Montero Cornejo podría interpretarse como un intento de calmar las tensiones en el sector minero y, al mismo tiempo, reforzar la gestión del ministerio en un contexto de alta exigencia social. Su experiencia en proyectos con impactos sociales y ambientales podría ser clave para mediar entre las demandas de los mineros, las preocupaciones ambientales y las demandas de formalización gubernamental.
Sin embargo, el desafío no será fácil. El sector minero en el Perú, si bien es un motor económico crucial, está marcado por una compleja red de intereses que incluye a grandes corporaciones mineras, comunidades afectadas, pequeños mineros y el Estado. La minería artesanal, en particular, ha sido un tema espinoso durante años debido a cuestiones como la extracción ilegal, la contaminación y el impacto en las comunidades locales. A pesar de las promesas de formalización y regulación, muchos trabajadores del sector creen que las medidas gubernamentales han sido insuficientes o demasiado restrictivas.
La reciente extensión de la licencia para los mineros artesanales y de pequeña escala es vista por algunos como una victoria para los trabajadores del sector, pero también ha suscitado críticas de quienes creen que se requiere una estrategia más integral para abordar los problemas subyacentes. La prórroga, que permite a las mineras seguir operando sin sanciones hasta mediados de 2025, podría aliviar temporalmente las tensiones, pero no resuelve cuestiones estructurales relacionadas con la formalización, la sostenibilidad ambiental y el conflicto social.
En este contexto, Montero Cornejo asume el cargo con la tarea de equilibrar las demandas de los diferentes actores involucrados en el sector minero, garantizando al mismo tiempo que la actividad extractiva contribuya al desarrollo económico sin comprometer el medio ambiente ni los derechos de las comunidades. afectado. Su experiencia previa como viceministro y su formación técnica podrían ser una ventaja para enfrentar estos desafíos, aunque el éxito de su administración dependerá en gran medida de su capacidad para construir consensos y aplicar políticas efectivas en un entorno marcado por la polarización y la desconfianza.