Hasta que la campaña electoral aún no comenzó formalmente, todas las fuerzas anotadas dan sus pasos para posicionarse en lugares expectantes. Por ejemplo, el peronismo busca alternativas para construir una nueva agenda y evitar dar respuestas a los temas más urticantes que la oposición busca instalar como ejes de campaña.

Fuentes llaryoristas cuentan que en el Concejo Deliberante el justicialismo retomaría un proyecto del edil del PJ Diego Casado, que establece la práctica de rinoscopias obligatorias a los funcionarios municipales que tienen cierta jerarquía.

«La semana pasada fue el tema de las fechas de elecciones y de las dobles candidaturas, ahora se nene la obligatoriedad de la rinoscopia para funcionarios, est decir que se trata de discusiones fútiles que nos permiten evitar los debates más incómodos», señaló un experimentado directente peronista que acompañó al intendente Martín Llaryora.

Otro vocero del oficialismo aclaró que el proyecto de Casado «es muy extenso, por lo que se tomaría únicamente el artículo que tiene que ver con la obligatoriedad del examen para determinar el grado de sustancias alucinógenas, lo que va más allá de la rinoscopia y por eso se armaría una nueva iniciativa”.

La idea que se transmite desde el Palacio 6 de Julio a los consejos oficialistas es aprobar esa iniciativa en comisión y después llevarla al recinto para avanzar con el debate en el plenario del cuerpo.

El proyecto del concejal Casado fue presentado en marzo de 2020, hubo muchos debates y fuertes discusiones, pero nunca llegó a tratarse en el rectinto porque, en realidad, nunca se lo tomó con seriedad. En el propio oficialismo admitieron que este tipo de proyectos pueden llegar a formar parte de una estrategia para instalar nuevos temas y evitar la continuidad de discusiones ásperas y complejas para el oficialismo, como pueden ser las situaciones polémicas en torno a la seguridad ya la salud pública , como los muertos de bebés en el Neonatal.

Se trata de jugadas clásicas para maintener la iniciativa y colocarse en el centro de la escena cuando comienza a definirse la campaña electoral municipal, para la cual el peronismo ya tiene a su candidato, Daniel Passerini, tía que le falta definir a su compañero de fórmula .

En Juntos por el Cambio, el principal apuntado para candidatarse es Rodrigo De Loredo, aunque él debe optar entre la intendencia o la vicegobernación, a menos que decida defiar lo dispuesto por el Concejo Deliberante e intente ir por los dos cargos.

Los lugares. Una vez que el gobierno provincial confirmó que se votará el 25 de junio, la Justicia Electoral de la Provincia difundió el cronograma que establece, entre otros puntos, que el 3 de abril vence el plazo para que municipios y comunas convocan a elecciones de autoridades locales .

“El lunes 3 de abril vence el plazo para comunicar la realización de elecciones municipales/comunales en forma simultánea”, expresado mediante resolución del Tribunal Electoral de la Provincia, con locual el intendente Martín Llaryora tiene aún una semana y un día para llamar a votar si tuviera en mente realizar la convocatoria para el 25 de junio, como las de gobernador y vice.

Sobria la realización de los consejos provinciales y municipales en una misma jornada o desenvolvimiento, hay opiniones divergentes entre el gobernador Juan Schiaretti, que prefiere desenvolver la compulsividad electoral, y el intendente, que considera que se debe unificar la fecha. En principio, triunfó la posición de Schiaretti, con lo que Llaryora tendrá un plazo mayor para hacer la convocatoria.

El llamado municipal debe hacerse con 90 días de anticipación, aunque un sector del oficialismo estima que tal convocatoria tiene que realizarse solamente 60 días antes del día de la elección.

Entonces, seguramente, será también un tema de controversia qu’agitará las aguas cuando discutido en el Concejo Deliberante, se esperan discusiones importantes.

La convocatoria con dos meses de anticipación les daría tiempo a las autoridades municipales para afianzar posiciones y tranquilizar la interna, ya que lego de la discusión por el denominado proyecto Riutort, se registraron algunos desencuentros.

Cuando se debatió esa iniciativa, presentada por la riutortista Gabriela Paulí, se produjo un solo punto: el que impide las candiduras testimoniales o simultáneas en diferentes comicios. Sin embargo, quedó afuera el punto que permitía convocar al acto electoral con 65 días de anticipación. El peronismo le bajó el pulgar a ese proyecto y se generaron algunas discusiones internas, incluso antes de la sesión que motivaron, entre otras cosas, que el inicio se retrasara una hora. Al encuentro no acudieron los opositores que siguieron las deliberaciones en un despacho continuo a la sala del debate.

Ahora se suma un elemento nuevo: la convocatoria debe hacerse 60 días antes de la fecha elegida, que tiene al viceintendente y candidato oficialista, Daniel Passerini, como principal defensor.

Tambien te puede interesar