Más de 4 millones de argentinos padecen –en algún grado– la llamada Enfermedad Renal Crónica (ERC). Es decir, 1 de cada 8 personas tiene problemas con el funcionamiento de sus riñones, y cerca de 500 mil personas no saben que lo padecen: esto que la condición empeore y con el tiempo las posibilidades de tratamiento luego sean más acotadas.

La ola de información del Segunda Encuesta Nacional de Salud y Nutriciónque determina la prevalencia de esta enfermedad es el 12,7% de la población.

Por Enfermedad Renal Crónica se entiende como «la presencia de daño renal por un período mayor a 3 meses». Esto se evidencia analizando las alteraciones de la función renal y se detectan números elevados de los denominados marcadores de daño renal.

Los marcadores son anomalías encontradas en el análisis de orina o anomalías estructurales en el tejido de los riñones que se detectan mediante estudios de imagen o mediante biopsia.

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Los riñones cumplen funciones esenciales en nuestras organizaciones: movilizan los desechos producidos por el cuerpo (toxinas) que sifiltre desde la sangre y eliminan a través de la orina. Regular la tensión arterial, eliminar el exceso de líquidos y electrolitos y hormonas genéricas imprescindibles para el buen funcionamiento de nuestro cuerpopor lo que cuidar los riñones es imprescindible.

Los expertos resaltan que la adopción de vida saludable habbitos contribuye mucho a la salud de nuestros riñones. el doctorado Cristina Vallvémiembro del Comité de Salud Renal de la Sociedad Argentina de Nefrologíaexplica que «una persona puede perder entre el 80% y el 90% de su función renal ante experimentar algún síntoma», por lo que es de suma importancia realizar chequeos médicos de manera periódica.

Para el general, advierten los especialistas, esta condición se detecta tarde. Por eso es fundamental hacerse chequeos periódicos.

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Síntomas de la Enfermedad Renal Crónica

Los síntomas de la Enfermedad Renal Crónica generalmente aparecen cuando la enfermedad ya está muy avanzada y es por esto que el diagnóstico es tardío. Cuando finalmente ocurre, entre los signos y síntomas se enumeran los siguientes:

  • Náuseas
  • vómitos
  • Perdida de apetito
  • Fatiga, debilidad y problemas de sueño
  • Cambios en la producción de orina
  • Agudeza Mental Reducida
  • Espasmos musculares y calambres
  • Hinchazón de empanadas y tobillos,
  • Hipertensión

Diabetes, obesidad y presión arterial, los principales factores de riesgo

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de que una persona tenga Enfermedad Renal Crónica su diabetes, la presión arterial alta y las enfermedades del sistema cardiovascular. Si bien, pueden ser algunos de los principales, otros factores como la edad, el consumo de analgésicos sin indicación médica y la obesidad son también importantes.

Dependiendo de la causa subyacente, el ERC puede provocar tratarsus. En general, los tratamientos disponibles ofrecen diversas opciones que ayudan a controlar los síntomas, reducir las complicaciones y revertir la progresión de la enfermedad y el deterioro renal.

En las etapas iniciales de esta situación, los médicos suelen indicar un adecuado plan de hidratación, optar por una alimentación saludable y un mantenimiento físico activotres pilares comunes a muchas enfermedades cronicas.

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Las ocho «reglas de oro» para tener buena salud renal

El integrante del Comité de Salud Renal de la Sociedad Argentina de Nefrología menciona ocho claves a tener en cuenta para mantener la salud renal bajo control:

1. Controlar la presión arterial. Es una de las causas más frecuentes que altera el funcionamiento de los riñones.

2. Verifique el nivel de ácido en la sangre. Es la primera causa de desarrollo de deterioro renal. Es importante que las personas con diabetes se hagan exámenes frecuentes para monitorear su función renal.

3. Seguir una alimentación saludable, rica en vegetales y controlar el peso, tratando de mantenerlo en parametros adecuados. También es importante reducir la ingesta de sal.

4. Hidratar de Mantenerse. El consumo de agua debe ser de alrededor de 1,5 o 2 litros diarios.

5. Realizar actividad física de la forma habitual para estabilizar activo y en un peso adecuado. El ejercicio ayuda a reducir la presión arterial y mejora el valor de la glucosa en sangre, por lo tanto, reduce el riesgo de ERC.

6. No fumar. El tabaquismo altera la circulación y, por lo tanto, puede afectar la función renal.

7. No use fármacos que puedan dañar los riñones (sin automedicación)

8. Realizarse controles de rutina en forma periódica y en éstos solicitarle a su médico que chequee la salud de sus riñones.

ag/ds

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