La evolución de los sistemas alimentarios rumbo al 2030 se encuentra con obstáculos y patrones esenciales que precisan atención inmediata. Una investigación reciente llamada «Gobernanza y resiliencia como puntos de inicio para la transformación de los sistemas alimentarios en la cuenta atrás hasta 2030», presentada en Nature Food, proporciona un análisis detallado de 50 indicadores globales desde el año 2000, clasificados en cinco temas principales:
- Dietas, nutrición y salud
- Medio ambiente, recursos naturales y producción
- Medios de vida, pobreza y equidad
- Resiliencia
- Gobernanza
De los 42 indicadores que cuentan con datos históricos, 20 han mostrado avances significativos. Entre los logros más importantes se hallan la mejora en el acceso a agua potable de calidad, el incremento en la disponibilidad de hortalizas y los progresos en la conservación de recursos fitogenéticos y zoogenéticos. Estos elementos son cruciales para fortalecer la capacidad de los sistemas alimentarios frente a crisis climáticas y otros desastres.
No obstante, siete indicadores muestran retrocesos significativos, como el aumento de la volatilidad en los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y desafían la estabilidad de las políticas en un entorno global cada vez más complicado.
Sin embargo, siete indicadores presentan retrocesos importantes, como el incremento de la volatilidad en los precios de los alimentos, el debilitamiento de la responsabilidad gubernamental y una menor participación de la sociedad civil. Estos factores generan incertidumbre y desafían la estabilidad de las políticas en un contexto global cada vez más complejo.
El informe resalta cómo los cambios en ámbitos como la gobernanza o la calidad de las dietas tienen repercusiones en otras áreas, destacando la necesidad de enfoques integrales y multisectoriales. Los casos de estudio en Etiopía, México y los Países Bajos ilustran cómo estas interacciones se manifiestan en diferentes contextos locales, ofreciendo lecciones valiosas para la adaptación y mejora de los sistemas alimentarios a nivel global.
Jessica Fanzo, directora de la Iniciativa Alimentos para la Humanidad de la Universidad de Columbia, enfatiza la urgencia de una reforma integral de los sistemas alimentarios ante la «sindemia» de desnutrición, enfermedades relacionadas con la alimentación y cambio climático. «Este estudio es crucial porque nos permite medir la velocidad del cambio y orientar las acciones necesarias para gestionar lo que medimos», afirma Fanzo.