Perfil radiofónico |  Astor Piazzolla: héroe y villano del tango

El 4 de julio de 1992 fallece Astor Piazzolla.

Nació el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata.

Su primer contacto con el mundo de la música fue en Nueva York, donde su familia vivió entre 1925 y 1936.

A los ocho años, recibió como regalo de su padre su primer bandoneón, que le permitió iniciar estudios musicales y hasta grabar, en acetato, apenas dos años después.

En 1933 estudió música con la pianista húngara Bela Wilda, quien lo introdujo en el universo sonoro de Johann Sebastian Bach.

Al año siguiente, Piazzolla no conoció nada menos que a Carlos Gardel con quien entabló, en poco tiempo, una verdadera relación de amistad.

Al escucharlo, el «zorzal criollo» la oferta de participación inmediata con algunas de sus canciones en la famosa película «El día que me quieras».

En 1936, volvió con su familia a Mar del Plata, participó en varios conjuntos musicales y conoció la obra del sexteto de Elvino Vardaro, a quien influyó forma definitiva.

Decidido a explorar el tango, se mudó a Buenos Aires a los 17 años y, al poco tiempo, consiguió su objetivo: ingresar en la orquesta de Aníbal Troilo.

A medida que avanzaba en sus conocimientos musicales, Astor Piazzolla se iba alejando paulatinamente del llamado “tango clásico”.

Luego de dejar la Orquesta de Troilo, acompañada por el cantor Francisco Fiorentino, época en la que compuso «El desbande», pieza musical considerada por él mismo como un primer tango con una estructura musical diferente.

Al poco tiempo formó su propia orquesta y comenzó a escribir música para películas. Se alejó temporalmente del bandoneón y se acercó al jazz en una incesante búsqueda de su estilo.

Luego de escribir piezas de música culta, como «Rapsodia porteña», obtuvo una beca del gobierno inglés para estudiar en la capital europea donde grabó con Lalo Schifrin «Dos Argentinos en París».

A su regreso a la Argentina, convocó a músicos de primera línea y formó el Octeto Buenos Aires.

Cuando murió su padre, en 1959, Piazzolla compuso, en su homenaje, tal vez su obra más bella: “Adiós, Nonino”.

Al año siguiente se presentó en Estado Unidos con un quinteto de jazz-tango y en Italia formó el Conjunto Electrónico y grabó Libertango.

En 1983 ofreció en el Teatro Colón una programación íntegramente compuesta por é y dos años después fue nombrado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires.

En 1986, recibió en París el Premio César por la banda sonora de la canción «L’exile de Gardel» y fue presentada con un multitudinario recital en el Central Park de Nueva York.

El 4 de agosto de 1990, en París, sufrió una trombosis cerebral que lo dejó postrado hasta su muerte, el 4 de julio de 1992.

La historia también se nota en Radio Perfil. Guion de Javier Pasaragua y locución de Pita Fortín.

por Radio Perfil

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