Primera demanda contra McDonald’s por un brote de E. coli relacionado con las hamburguesas Quarter Pounder

Un residente de Colorado presentó la primera demanda contra McDonald’s en relación con un brote de E. coli que ha afectado al menos a 49 personas en diez estados, incluida una muerte. Esta acción legal se produjo un día después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) emitieran una advertencia de seguridad alimentaria tras informes de que numerosas personas habían consumido la hamburguesa Quarter Pounder en McDonald’s antes de enfermarse.

Eric Stelly, que compró su comida en un restaurante McDonald’s en Greeley, Colorado, hace tres semanas, comenzó a experimentar síntomas gastrointestinales, como náuseas, calambres abdominales y diarrea con sangre, este último considerado el «síntoma más común». de E. coli, según un comunicado de su abogado, Ron Simon. Después de varios días de malestar persistente, Stelly acudió a la sala de emergencias, donde se confirmó su diagnóstico de E. coli. Actualmente se encuentra en proceso de recuperación.

La demanda, cuyo contenido fue publicado por Bloomberg Law, alega que McDonald’s es responsable del producto, incurriendo en negligencia e incumplimiento de garantías implícitas. Fue presentada en un tribunal del condado de Cook, Illinois, donde tiene su sede la cadena.

Aunque no se ha identificado ningún ingrediente específico como causante del brote, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha indicado que las cebollas en rodajas y las hamburguesas Quarter Pounder son las fuentes más probables de contaminación.

McDonald’s no ha proporcionado comentarios inmediatos sobre la demanda.

En una entrevista en el programa «Today» de NBC, el presidente de McDonald’s USA, Joe Erlinger, dijo que es seguro comer en sus restaurantes y que es probable que ya no haya ingredientes potencialmente contaminados en su cadena de suministro. “Estamos convencidos de que podrás disfrutar de nuestros clásicos sin ningún riesgo”, afirmó. Sin embargo, reconoció que el número de casos reportados podría aumentar a medida que los CDC continúen con su investigación.

«Garantizar que nuestros clientes estén seguros en cada restaurante es nuestra principal prioridad», añadió McDonald’s en un comunicado.

El abogado Simon, que se describe a sí mismo como un defensor de las cuestiones de seguridad alimentaria, representa al menos a otras diez víctimas del brote además de Stelly. «Este brote de E. coli será uno de los mayores del año en términos de intoxicación alimentaria», afirmó Simon. «A través de esta demanda y otras, aseguraremos que todas las víctimas reciban una compensación adecuada por sus pérdidas y que McDonald’s y sus proveedores corrijan definitivamente las fallas de salud que llevaron a esta contaminación».

El mismo abogado presentó otro caso el jueves en nombre de Clarissa DeBock, una residente de Nebraska a quien también le diagnosticaron E. coli después de comer en McDonald’s en septiembre. Ella continúa recuperándose de sus síntomas.

Retirada del mercado de hamburguesas de un cuarto de libra

En respuesta al brote, McDonald’s eliminó las hamburguesas Quarter Pounder de aproximadamente el 20% de sus restaurantes. La empresa ha dejado de utilizar cebollas y hamburguesas Quarter Pounder en varios estados, incluidos Colorado, Kansas, Utah y Wyoming, así como en partes de Idaho, Iowa, Missouri, Montana, Nebraska, Nevada, Nuevo México y Oklahoma. La investigación está en curso, según los CDC.

Según los CDC, la carne utilizada para las hamburguesas Quarter Pounder y las cebollas en rodajas son ingredientes específicos de ese producto y no se utilizan en otros platos. Según la FDA, las cebollas picadas y otros tipos de carnes para hamburguesas que se sirven en McDonald’s no están relacionados con este brote.

Taylor Farms, uno de los proveedores de McDonald’s en Colorado, ha declarado que está trabajando estrechamente con la FDA y los CDC. La empresa anunció que había retirado del mercado cebollas amarillas como medida de precaución, aunque un portavoz afirmó que no se han encontrado rastros de E. coli en las pruebas realizadas tanto en cebollas crudas como procesadas. «Nunca hemos tenido informes de E. coli O157:H7 relacionada con las cebollas en el pasado», añadió el representante.

En medio de este brote, la situación pone de relieve la importancia de la seguridad alimentaria y la responsabilidad de las cadenas de restaurantes en la protección de la salud de sus consumidores. La creciente preocupación por la contaminación de los alimentos requiere una vigilancia constante y un fuerte compromiso por parte de las empresas para garantizar que sus productos sean seguros para el público.

Con la continua evolución de este caso y la posibilidad de más demandas en el horizonte, el impacto del brote de E. coli vinculado a McDonald’s podría tener consecuencias significativas tanto para la empresa como para los consumidores. La atención de los medios y la respuesta regulatoria seguirán siendo fundamentales para resolver esta situación y prevenir incidentes similares en el futuro.