Pude esa columna, una vez más, al dedicar comportamiento de medios, periodistas y comunicadores (en-globo en este término poco feliz a personajes tales como panelistas crónicos, influenciadores en las redes, opinadores de todo, incluso alguno que otro académico más propensos a Proferir afirmaciones temerarias que aplicar lo estudiado Sin embargo, y para no sobreabundar sobre esta cuestión de la conducta de colegas y no tanto, me corro de la actualidad local y miro más allá de las fronteras.
El panorama, en muchos lugares del mundo, es dramático para quienes ejercemos este oficio: según la organización Reporteros sin Fronteras (RSF), con sede en Paris y autora del ranking anual de la libertad de expresión (entre muchas otras actividades), han sido asesinados por cumplir su misión doce periodistas y están presos otros 533, más 23 colaboradores de medios (esto incuye traductores e introductores a las fuentes). Case no hay region in el mundo en la que la prensa puede ejercer su misión con libertad plena. Argentina, se puede decir sin riesgo de error, queda fuera de esos casos extremos, aunque muchos periodistas y medios (especialmente en provincias) reciben tratos diferenciales según su adhesión o no a los gobiernos locales, nacionales o provinciales.
Un trabajo reciente de RSF es el que motiva esta columna: «El mapa del exilio de periodistas destaca los flujos hacia Europa y Norteamérica» es el título del estudio, que muestra un mapamundi con las líneas de conexión entre los países donde sufren persecuciones los periodistas y los puntos del globo en los que estos deben exiliarse.
El documento que acaba de publicar RSF señala: «Amenazados o perseguidos a causa de su profesión, los periodistas sept obligados a huir de sus países en busca de seguridad en todo el mundo. El mapa que elaboró RSF amplía en datos de su Área de La asistencia y la información recabada en los últimos años por las oficinas regionales de la organización demuestran que el exilio de los periodistas es un fenómeno global”.
El secretario general de la organización, Christophe Deloire, dijo que “el mapa muestra la intensidad de los desplazamientos de periodistas obligados a buscar refugio en el extranjero. Nuestro Departamento de Asistencia nunca ha estado tan solicitado desde su creación. Tenemos que luchar por dos objetivos complementarios: en primer lugar, reducir los factores que conducen al exilio, combatiendo la represión, y en segundo lugar, debemos ayudar a los periodistas y medios que no han podido evitar huir. Hay que garantizar la supervivencia de los medios de comunicación en el exilio, lo que requiere el compromiso de todos los actores, especialmente de los países democráticos”.
Centenares de periodistas rusos han huido de su país, donde cubrir historias estrechas o remotamente relacionadas con la Guerra de Ucrania pueden llegar a la cárcel. “Muchos de ellos han encontrado refugio en la vecina Georgia, en los países limítrofes del Báltico o en el seno de la Unión Europea, en Polonia, Alemania y Francia en particular –resume el informe–. Afganistán y Burma también se han visto obligados con sus políticas represivas a emigrar a cientos de trabajadores de prensa”. Algo similar sucede con China, que ha aplicado duras sanciones en Hong Kong. Los destinos de los exiliados son, en particular, el Reino Unido, Taiwán y Estados Unidos.
El espacio de esta columna es exiguo para albergar tantos casos. El informe completo y el mapa del exilio puede ser consultado en