“Debemos movilizarnos”
Correa asevera que el sector privado no puede reemplazar al Estado, pero es fundamental colaborar con este para recuperar el país y brindarles confianza a las personas.
Juan Fernando Correa, presidente de CADE Ejecutivos 2023
El presidente de CADE Ejecutivos 2023 y columnista de Perú21, Juan Fernando Correa, reflexiona sobre cuál debe ser la participación del empresariado para generar confianza en la sociedad y recuperar la senda del crecimiento.
¿Qué se requiere del empresariado para generar confianza en la sociedad?
Es una muy buena pregunta, porque hoy estamos viviendo una situación de alta inestabilidad, insatisfacción muy grande en la mayoría de las personas y alta desconfianza. La desconfianza de las personas proviene de dos lados: del Estado, pero también del sector privado. La empresa privada en el Perú es vista como abusiva, que se preocupa solamente por generar utilidades y esto es triste, porque esta ha hecho muchísimas acciones en favor de la ciudadanía. También, la mayoría de los peruanos no confía en el Estado porque lo ven como indolente, abusivo, corrupto, que no entrega servicios básicos.
¿Cómo recuperar la confianza en esta situación?
No es fácil. En CADE de este año estamos proponiendo una movilización del sector privado para acercarse a las personas que en el país sienten este alto nivel de abandono; acercarse llegando tanto de manera directa, con las muchas actividades que el sector privado hace en pro de las personas —solo que hay tantas actividades, tan difusas, tan fragmentadas que no generan un gran impacto— como colaborar con el Estado a través de mecanismos como el de Asociaciones Público-Privadas (APP) u obras por impuestos (OxI). No podemos reemplazar el Estado, pero colaborar con este es posible y fundamental, en este momento, para recuperar el país.
Tanto la ciudadanía como el empresariado coinciden en que la corrupción es el principal problema del país, ¿cómo afrontar el problema?
Es un tema fundamental que vamos a tratar en CADE. Redefinir la forma de relacionarse el sector privado con el Estado y poner reglas claras de integridad es un tema que queremos llevar. En segundo lugar, tiene que haber una propuesta de sanción en los gremios y estos cada vez tienen que ser más rígidos en expulsar a las empresas que han cometido algún acto de corrupción o sospecha de esta. Por lo tanto, debemos plantear que pertenecer a un gremio debe ser no solo para defender las necesidades del sector, sino que debe ser una certificación implícita de que una empresa está limpia.
¿El empresariado debería preocuparse un poco más de los temas de importancia pública y social?
Hoy es fundamental que el sector privado trabaje en colaboración con el Estado para resolver los problemas nacionales. No reemplazarlo, pero sí colaborar con OxI o APP, proponiendo alternativas e ideas para recuperar sectores económicos como los que vamos a revisar en CADE, que discutamos una nueva formalidad. Tenemos que salir de este CADE con compromisos y una convicción en el sector privado de que necesitamos y debemos movilizarnos. La razón de este CADE, por el que hemos regresado a Cusco después de más de 13 años, es acercarnos a las personas, mostrar que los empresarios salimos de nuestro entorno habitual y nos acercamos a las regiones para tener contacto con las autoridades y entender la realidad del país y, a partir de ahí, comprometernos a hacer cambios que permitan una mejora.
Hay muchas empresas con iniciativas muy relevantes para la sociedad, ¿por qué no se comunican?
Realmente hay un compromiso del sector privado por atender, ayudar y apoyar en la resolución de problemas. El desafío es que este apoyo está difuminado, dividido en cientos o miles de iniciativas. Mi estimado es que hay 10,000 acciones de responsabilidad social y sostenibilidad. Voy a decir algo que puede ser duro. Obviamente, tenemos que ser cuidadosos en los temas ambientales, pero la pregunta es, ¿a esa señora que atiende una olla común en Villa María del Triunfo le va a cambiar la vida que en dos años seamos carbono neutral como empresas? Sí tenemos que hacer eso, pero igual de importante es llegar a las personas para resolver o ayudar a resolver algunos problemas.
Entiendo que usted participa en una iniciativa en contra de la anemia, ¿en qué consiste?
Entre los principales problemas que tiene el país, en la respuesta de las personas está educación, salud, etcétera, y, recién, en el puesto 9 la anemia. Mientras que, en los empresarios, la anemia no está en su lista. Pero si entras a ver geográficamente, la calificación de las personas sobre la anemia, en el interior del país, está en el puesto 6 o 7. Entonces, sí hay un reconocimiento de que esto es un problema, pero no se hace nada. El Estado tiene un plan nacional de anemia que no cambia los números. Ha subido en realidad. Puede haber una serie de factores que influyen en la anemia, pero uno de los fundamentales es que las madres no pueden ver a tiempo si su hijo tiene anemia, porque el problema es invisible.
¿Qué están haciendo desde el lado de Peruanos por Peruanos?
Movilizar al sector privado, comenzando porque las propias empresas se preocupen de que los hijos de sus trabajadores no tengan anemia, que es factible, no es complejo ni excesivamente caro resolver ese problema. Y en las comunidades o zonas urbanas en donde las personas no trabajan en el sector privado, estamos haciendo campañas de tamizaje. No vamos a resolver el problema, pero vamos a enseñarle a las madres que si su hijo tiene anemia debe hacer A, B, C y D cosas. Las educamos y les damos indicaciones, pero queremos ir mucho más allá.
¿A qué se refiere?
Queremos presentar y explicar en CADE que con iniciativas de obras por impuestos podríamos hacer una campaña de reducción de anemia por regiones. Esto no es excesivamente caro y si nos juntamos 500 o 700 empresas y cada una agarra una o tres regiones, en tres años eliminamos el problema de la anemia. Entonces, o seguimos sacándonos la linda foto del premiecito que me dieron o nos juntamos todo el sector privado a agarrar tres o cuatro problemas y resolverlos. Por ejemplo, los baños en los colegios son un desastre. El 50% de los colegios no tiene baño o los tienen en condiciones inaceptables. Podríamos ayudar a resolver el problema con obras por impuestos. ¿Cuánto le costará a una empresa un proyecto de esta naturaleza?, ¿50,000 soles?, ¿100,000 soles? Entonces, hay iniciativas muy simples o relativamente simples de ejecutar que pueden cambiar la vida de las personas y eso es lo que queremos hacer.
Recuperar la competitividad en el campo
La política de promoción agraria ha convertido 220 mil hectáreas de terrenos eriazos en fértiles campos de cultivo, atrayendo inversiones millonarias del sector privado.
Alfonso Bustamante Canny, presidente de la Confiep
Las recientes declaraciones del ministro de Economía, respecto a los nefastos resultados de la derogación de la Ley de Promoción Agraria por el Congreso de la República han causado la ira de la izquierda mal llamada “progresista”.
No les gustó que con la política de promoción agraria se haya convertido 220 mil hectáreas de terrenos eriazos en fértiles campos de cultivo, gracias a la adopción de modernas técnicas de riego por goteo, atrayendo miles de millones de dólares de inversión privada en el campo.
No toleran que más de medio millón de pobladores rurales se conviertan en trabajadores formales, bancarizados, con beneficios sociales; y que hayan multiplicado sus ingresos, saliendo de la dolorosa línea de pobreza monetaria.
Peor aún, a este grupo de mercaderes de la política les resulta contraproducente que donde se desarrolla la agricultura moderna haya pleno empleo; no solo en el campo, sino a través de las decenas de miles de empresas locales que nacieron y se sostienen como proveedores de bienes y servicios a la agroindustria. Sin duda, el progreso social derivado de la actividad agroindustrial es un mal negocio para los que trafican con el dolor de la gente, prometiendo dádivas a cambio de votos.
Es por eso que cuando instituciones como el BCR, el MEF o los organismos internacionales de desarrollo indican que la derogación de la Ley de Promoción Agraria fue un error, los enemigos del progreso se rasgan las vestiduras, acusando falsamente al régimen de promoción agraria de elitista y explotador, cuando en realidad sus afirmaciones solo confirman el soterrado interés del comunismo, que es igualar a todos en la miseria. No se tolera el progreso ni la meritocracia.
El esquema laboral flexible, que subsiste hasta ahora, permite aumentar los puestos de trabajo por temporadas, lo que ha permitido que el trabajador de campo rote entre cultivos y empresas, logrando conservar la fuente de empleo durante todo el año. Las empresas, mientras tanto, compiten por atraer al trabajador más productivo, ofreciéndole mejores condiciones económicas y beneficios colaterales en un círculo virtuoso de competitividad.
A tres años de la derogación de la Ley de Promoción Agraria, y por primera vez en 20 años, el crecimiento de las agroexportaciones se detuvo y la mitad de las empresas acogidas a la Ley Agraria se volcó a la informalidad, dejando a sus trabajadores fuera de la protección del sistema. El bono BETA (30% sobre la RMV) indiscriminado no aumentó el ingreso promedio de los trabajadores agrarios, solo socializó los bonos, reduciendo la productividad laboral y rentabilidad del sector.
Es necesario desvincular el BETA de la RMV y promover la formación técnica y capacitación con el fin de aumentar la productividad de los trabajadores, lo que constituye la única forma de sostener y aumentar los salarios, mientras se mantiene la salud financiera de la empresa.
Por el lado del mercado, las exigencias de productos de mayor calidad y con presencia anual son cada vez mayores, lo que exige de los productores agrícolas reemplazar las variedades convencionales de uva, arándano, cítricos y espárragos por otras de genética más avanzada. Todo ello requiere una inversión extraordinaria lo que confronta hoy al empresario agrícola entre renovar el campo o salirse del negocio, con el agravante de que las condiciones de actuales dejaron de ser atractivas.
Urge entonces retomar medidas que restituyan la competitividad al agro.
Reforma política para el crecimiento económico
Las tareas urgentes, de corto y largo plazo, requeridas para generar shocks de confianza y de inversión. Compromiso y visión a futuro son imprescindibles.
Diego Cavero, Gerente General del BCP
Nuestro país enfrenta momentos difíciles y el Perú viene con un motor fundamental apagado: la inversión. Se requiere un shock de confianza para lograr un shock de inversión, pero eso supone tareas de corto y largo plazo.
En el corto plazo, hay que destrabar importantes proyectos mineros, ampliar el programa Mivivienda para movilizar este importante sector, regresar a un marco de promoción agraria que fomente el empleo y aliviar a las clases más necesitadas con apoyos específicos y bien direccionados.
En el largo plazo, la cuestión es más compleja. Un crecimiento potencial de menos de 3% no saca a nadie de la pobreza. Lo que ha venido ocurriendo los últimos 10 años y en especial en los últimos cinco, es que la pobreza se redujo solo marginalmente y, de hecho, se incrementó de manera dramática en los últimos tres.
Si queremos revertir esto, necesitamos de reformas políticas estructurales, que permitan que se gobierne el país con visión de largo plazo, precisamente para generar confianza e inversión duradera. Necesitamos mejores partidos y autoridades. Y esto debe ocurrir a nivel nacional y regional, pues los gobiernos regionales tienen gran parte del presupuesto nacional y han sido incapaces de brindar a sus poblaciones servicios básicos de salud y educación de calidad.
El problema es que a varios de nuestros actuales políticos no les convienen dichas reformas. Acá hay una lista de las que creo serían las más importantes:
1. Reelección de congresistas y autoridades regionales y locales: Eliminar la reelección de estas autoridades fue una pésima idea. Las personas talentosas no suelen embarcarse en carreras que terminan en cinco años. Asimismo, hay un costo enorme de que cada 5 años las autoridades tengan que aprender desde cero cómo hacer su trabajo. En algunos casos, además, ha generado el incentivo de ver la participación en política tan solo como una oportunidad única de acceder a cuantiosos recursos que hay que aprovechar perversamente.
2. Eliminación del voto preferencial: Este solo ha servido para llevar a celebridades al Congreso y, en el camino, ha debilitado a los partidos políticos. Y sin partidos políticos sólidos, no existe democracia sólida.
3. Renovación por tercios del Parlamento: Esto serviría para que la población envíe a los partidos políticos la señal de que aprueba o no las políticas que vienen impulsando, sin necesidad de esperar al final del gobierno.
4. Bicameralidad: El contar con dos niveles de revisión, es una medida clave para la reflexión y análisis de las propuestas de ley y, por ende, para la mejora de la calidad de las leyes. La proliferación de leyes populistas de los últimos años ha mostrado que necesitamos un Congreso donde las normas se discutan aún más.
5. Mejorar la representación política: No puede ser que los candidatos a la presidencia pasen a segunda vuelta con el apoyo de menos del 15% de la población. Algo similar ocurre con los gobernadores. Ahí no existe real representatividad de lo que quiere la mayoría de la población. Los congresistas, asimismo, responden a distritos electorales tan grandes que nadie sabe exactamente quién es su representante en el Parlamento. Para mejorar la representación política hay varias medidas que tomar, como tener circunscripciones electorales más pequeñas, distritos uninominales o implementar las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (que ya están en la ley, pero se han postergado dos veces). La combinación de estas medidas permitiría reducir la dispersión de candidaturas y, por lo tanto, tener menos partidos pero más fuertes.
6. Financiamiento de organizaciones políticas: Las empresas deben poder financiar de forma transparente y regulada a las organizaciones políticas. Cuando se cierra esta puerta, es más probable que alguna organización política recurra a fuentes ilícitas de financiamiento.
Necesitamos de una clase política comprometida y con visión de largo plazo que plantee las reformas necesarias para volver a crecer como lo hemos hecho en el pasado. Con ella, sí se puede recuperar el país.
Poner en valor Ayacucho
Un testimonio personal de cómo el esfuerzo y emprendimiento privado pueden revertir destinos personales, y cómo estos, luego, gatillan transformaciones sustantivas a favor del bienestar común. Ayacucho puede y debe ser reconocido en su potencial a favor del país.
Carlos Añaños, fundador del Grupo Aje y presidente del Patronato Pickymachay
Nací y crecí en Ayacucho, una región pobre, pero con muchas áreas de oportunidad. Sin embargo, vi, realmente, Ayacucho muchos años después, cuando pensando y reflexionando en mi vida y en la posibilidad de alcanzar la felicidad, me di cuenta de que necesitaba ser agradecido: Dar.
Esta historia comenzó cuando por trabajo, viajaba cerca de 480 mil kilómetros al año, pasaba 200 días fuera de casa y dormía una noche por semana en un avión. Entre esos trotes conocí el Reino de Bután y pude ver que para esa civilización lo más importante es la felicidad. Entonces la pregunta me asaltó ¿Soy feliz?
Ese cuestionamiento enorme me trajo a la memoria la charla que el profesor Tal Ben-Shahar dicta en Harvard y en la que habla sobre el ser agradecido como un camino sostenido hacia la felicidad. ¿Por qué no ser agradecido? Miré entonces hacia mi querido Ayacucho y fundé el Patronato Pikimachay, una organización sin fines políticos ni económicos, que sirve para apoyar, soñar y luchar para que mis paisanos no pierdan la esperanza en nuestra maravillosa tierra.
¿Cómo puedo poner en valor Ayacucho?, me pregunté. Aquella región en la que, según Richard MacNeish, nació al primer hombre pikimachay hace 20 mil años y que da al Perú la categoría de milenario. Con un grupo de trabajo diseñamos cuatro pilares en los que centraríamos nuestros objetivos: Acercar la artesanía al arte, “back to the basics”, dado que nuestros ancestros, los Wari, fueron grandes textileros y hasta el día de hoy no los logramos igualar. Aplicar el modelo “smart city”. Hacer que Ayacucho sea reconocido como patrimonio mundial por la UNESCO, logrando que se incluya en la red de ciudades creativas. Y crear la Marca Ayacucho, cosa que hicimos pronto con el “Estudio A” e “Interbrand”, creativos que usaron la iconografía del primer imperio Wari para nuestro diseño de marca.
Así llegó 2019 y tuvimos la enorme satisfacción de constatar que pasamos de 56 mil a cerca de 300 mil turistas al año, de ver incrementarse los vuelos de tres por semana a siete diarios. Potenciando los más de 32 destinos turísticos que tiene Ayacucho con todo lo que la industria del turismo mueve.
El COVID-19 nos planteó el reto: ¿Cómo convertir la crisis en oportunidad? El Perú es el tercer país con mayor cantidad de microclimas en el mundo, el cuarto país más biodiverso y el octavo con mayor cantidad de reservas de agua dulce. Nuestras papas nativas tienen cerca de 12 mil años de antigüedad, esto de acuerdo a las pruebas de carbono 14. La oportunidad estaba muy cerca de nosotros, envolviéndonos con nuestro propio nombre. ¿Quién vivió hace 12 mil años en Ayacucho? El hombre de Pikimachay, el que domesticó las semillas de la papa, un alimento que nutre en todos los rincones del planeta, que salvó de la hambruna a Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Por ello, el 2020, lanzamos Tiyapuy, la marca de papas nativas que pone lo altoandino en valor. Pero la oportunidad no estaba solo en la papa, también estaba en el maíz, la quinua, el tomate, el tarhui, la tara.
Terminando la pandemia ya estábamos en la Expoalimentaria, la feria de alimentación más importante del Perú. Llevamos cinco marcas y ganamos el Concurso Nacional a la Innovación 2022 con el producto Andes Food Perú S.A.C. Este 2023 llegamos a la Expoalimentaria con veinte embajadores que pusieron en escena productos agroindustriales y ganamos cuatro importantes galardones. Hoy estamos presentes en CADE. Nos concentramos en nuestros embajadores, en nuestros extraordinarios emprendedores que quieren salir adelante y demostrando su gran capacidad de resiliencia, innovación, esfuerzo y trabajo. La señora Gladys Palomino, por ejemplo, lidera la organización Manos Canela y trabaja con 40 mujeres ayacuchanas afectadas por el terrorismo. Pronto ellas estarán lanzando su colección de productos para el hogar en San Francisco. O Armando Pariona, artesano que a la vez pastorea vicuñas, y que hoy ha desarrollado unos sombreros de vicuña muy bien cotizados en el mercado nacional e internacional.
Cada vez más ayacuchanos están conscientes de que lo que curará el abandono y el olvido en que aún vive Ayacucho será la generación de empleo digno, el emprendimiento y el desarrollo impulsado por los propios ayacuchanos. La respuesta a la enorme pregunta que me hice: ¿Cómo puedo poner en valor Ayacucho?, va cuajando y quedando clara.
CADE con propósito
La importancia, significado y mensaje subliminal detrás de hacer CADE en Vidawasi.
Carlos Neuhaus, presidente de la Asociación de Centros Comerciales y de Entretenimiento del Perú (ACCEP)
Hace algunos años que las CADE no se efectuaban en lugares lejanos a Lima. Ir a Paracas, donde se iniciaron hace seis décadas, no era un problema: se puede ir en auto y hasta regresar en el día. Este año se decidió hacerlo en el Valle Sagrado de los Incas y me pareció una brillante idea, más aún si se realiza en Vidawasi, la ciudadela de salud infantil, una excelente obra social creada por Jesús Dongo y de la cual me honra ser su vicepresidente.
Hacer CADE en Vidawasi es un mensaje subliminal de IPAE para marcar el reencuentro del empresariado y autoridades peruanas con el sur andino, pero sobre todo con nuestro pasado ancestral. Hoy en día los peruanos somos una fusión de ese legado histórico con las diversas etnias provenientes de distintas latitudes del planeta llegadas en los últimos cinco siglos y reunidas en este hermoso país donde hemos nacido y nos proyectamos hacia el mundo.
Entrando en materia y quizás por la vivencia de haber participado desde 1979 en diversas CADE, sea como participante, panelista o expositor, creo que el evento de este año debe ser la gran oportunidad para revertir el ánimo pesimista que prevalece en el país y para recargar energías que nos den la fuerza necesaria para que, unidos, mostremos al mundo de lo que somos capaces cuando nos lo proponemos.
El Perú ha caído cíclicamente en un pozo, pero cuando más daño hemos sufrido ha sido en los momentos de enfrentamiento entre nosotros. Podemos remontarnos a la guerra fratricida entre Huáscar y Atahualpa, la anarquía de nuestros primeros años republicanos, la guerra con Chile y otros momentos complicados. Pero siempre hemos sabido salir adelante.
La polarización por la que estamos atravesando tiene que cortarse, no podemos seguir así y eso demanda el esfuerzo de todos. Tenemos que esforzarnos por escucharnos más, sincerarnos y trazar objetivos comunes. El lema de la CADE es: Volver a creer, volver a crecer.
El primer paso, ojalá sea dado en Urubamba, en el Valle Sagrado, debe ser, parafraseando a Kennedy: “no preguntemos qué pueden hacer nuestros gobernantes por el país, sino qué podemos hacer nosotros por nuestro Perú”. Pongámonos en modo activo para dar el primer paso que es pasar del diálogo a la acción.
Hace años nuestro amigo Felipe Ortiz de Zevallos nos decía que el Perú está sobrestudiado y subejecutado, muchos de nosotros tuvimos como primeras respuestas: no se puede, es muy complicado, que lo haga otro y muchos etcéteras. Creo que debemos salir de nuestra pasividad y dejar de hacer críticas para pasar a formular propuestas serías. Y, mejor aún, pasar de la palabra a la acción.
Un buen punto de partida es recordar la corta frase que nos inspiró y motivó a hacer los juegos Panamericanos más exitosos de la historia que fue: “Jugamos todos”. Sigue siendo válida.
La Fórmula de los dos bolsillos
Una democracia con economía de mercado y un Estado que funcione es similar a una persona asentada sobre un piso sólido, esa es la democracia que la sostiene. Y tiene dos bolsillos, uno privado, otro público.
Elena Conterno, especialista en políticas públicas
Creo firmemente que para que las personas progresen y sus libertades estén garantizadas, requerimos democracia con economía de mercado así como un Estado que funcione.
Esto es equivalente a pensar en una persona que tiene dos bolsillos y está parada en un piso:
-el piso que la sostiene y le garantiza sus libertades es la democracia;
-el bolsillo derecho se llena con su salario de trabajador o ventas de empresario, que dependen de la economía;
-el bolsillo izquierdo se llena con los servicios que recibe del Estado, en particular salud y educación, y hace falta que sean de calidad.
Así, las empresas tienen especial relevancia en llevar ingresos a las familias todos los meses vía el bolsillo derecho. Y ello ha tenido un impacto importantísimo en la reducción de la pobreza a la mitad en los últimos 25 años. Según han destacado diversas publicaciones, 75% de esta reducción se explica por el dinamismo económico que llevó ingresos en salarios y ventas a las familias. Y las empresas aportan además vía impuestos que financian el funcionamiento del Estado, pero queda camino por recorrer para que la multiplicación por cuatro en el presupuesto público en los últimos 25 años se traduzca en servicios de calidad.
Adicionalmente, a través de organizaciones, las empresas impulsan mejores políticas públicas para procurar que la democracia sea mejor y para que los servicios de salud y educación, entre otros, lleguen mejor a los peruanos.
Tenemos a IPAE, que tiene por propósito impulsar la acción empresarial para generar institucionalidad sólida, crecimiento económico sostenible e inclusivo, educación de calidad e igualdad de oportunidades para el bienestar de todos los peruanos. Está también Perú Sostenible, que promueve el desarrollo sostenible del país, impulsando la acción empresarial en cada uno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Está Es Hoy, que es un movimiento de líderes empresariales que movilizan y articulan recursos y capacidades empresariales para impulsar iniciativas de alto impacto que respondan a desafíos país y que contribuyan a elevar los estándares de gestión responsable del sector privado.
También hay esfuerzos en ese sentido de grupos empresariales, como por ejemplo el Instituto Bicentenario, iniciativa del Banco de Crédito y el grupo Credicorp, que busca contribuir a una ciudadanía activa, responsable y vigilante así como a instituciones descentralizadas efectivas, para lo cual canaliza recursos privados hacia iniciativas, programas y proyectos de la sociedad civil.
En adición a todo lo anterior, están también las iniciativas de valor compartido y responsabilidad social de las empresas. Me detengo en las primeras, porque permiten crear valor para la sociedad a la par que valor económico.
Las iniciativas de valor compartido plantean que los problemas de la sociedad requieren a los empresarios pensando como empresarios y no como donantes caritativos. Es decir, poniendo toda la creatividad, iniciativa y pasión de los empresarios solucionando problemas de la sociedad y el ambiente, y siendo rentables al hacerlo. Al respecto, desde 2021, IPAE de la mano con la Asociación Frieda y Manuel Delgado Parker, y el apoyo de USAID, FSG y RPP, presentan cada año la Lista de las #EmpresasQueTransforman el Perú, en que se reconoce a las múltiples iniciativas empresariales que se enmarcan en este enfoque. Esperemos que cada vez sean más.
Así, las empresas contribuyen a la sociedad vía generación de empleo y pago de impuestos, también impulsando mejores políticas públicas para que nuestra democracia y Estado funcionen mejor, y también solucionando problemas sociales y ambientales vía valor compartido. Por supuesto aún hay retos pendientes en la actuación empresarial, los cuales las iniciativas mencionadas buscan atender. Y como sociedad tenemos retos aún mayores en lograr que nuestro sistema político y sistema público sean de calidad.
El programa de becas que busca romper el círculo de la pobreza en los jóvenes
El banco con su programa Becas BCP apuesta por la educación como un vehículo para sacar adelante a las personas. El propósito es que los beneficiarios puedan insertarse al mercado laboral y cambiar sus vidas.
La misión del Banco de Crédito (BCP) trasciende los límites financieros convencionales, adentrándose en el ámbito social para brindar oportunidades educativas a jóvenes provenientes de entornos desfavorecidos, para romper las barreras que muchos de estos talentos enfrentan al tratar de acceder a la educación superior.
Sin embargo, contribuir con brindar acceso a educación de calidad a este grupo de jóvenes no es el fin por el que el banco ha puesto su esfuerzo para crear desde hace 12 años el programa de Becas BCP.
A decir de Verónica Roca-Rey, gerente de Responsabilidad Social y Relaciones Públicas del BCP, la educación es solo un medio para conseguir que los becarios puedan insertarse al mercado laboral, generar ingresos para ellos y sus familias y romper el círculo de pobreza y escasez en el que viven, además de generar la fuerza laboral que construirá el futuro del país.
“Vemos que estos chicos están saliendo y cumpliendo los objetivos, y eso nos dice que la inversión está puesta en el lugar correcto. Tenemos algo de 200 egresados por el lado de las becas universitarias y el 99% está trabajando; en realidad todos cumplen con este objetivo de encontrar empleo”, afirmó Roca-Rey.
DE TAL PALO, TAL ASTILLA
A Jhasmín Huaihua desde muy niña le gustaban mucho las matemáticas, por ello, estaba acostumbrada a participar en varios concursos. Ella dice que tiene muchas cosas en común con su mamá como, por ejemplo, la dedicación en los estudios, dado que su madre fue la mejor alumna en su colegio, así como sus ganas de siempre querer más.
Jhasmín nació en Sicuani, en Cusco, pero tuvo que estudiar unos años de la primaria en Puno, debido a que tuvo que mudarse con su madre para probar suerte, ya que, por problemas familiares, solo contó con ella. Así, luego de Puno estuvieron por Lima y después se asentaron en un centro poblado en Madre Dios. Luego, Jhasmín postuló con éxito a uno de los Colegios de Alto Rendimiento (COAR) en Lima, por lo que tuvo que venir a internarse. Dice que cuando llegó al COAR su nueva preocupación fue qué hacer después que terminara para no correr la misma suerte de su madre.
Y así como lo que piensas, lo atraes, Becas BCP llegó a su nuevo colegio y hoy lleva cursos del octavo y noveno ciclo de la carrera de Ingeniería Empresarial en la Universidad del Pacífico.
“No me imagino qué hubiera pasado si no hubiera recibido la beca. Probablemente, estuviera sudando la gota gorda para ganar S/50 al día y darle de comer a mi familia”, comenta Jhasmín.
LA PASIÓN POR LOS NÚMEROS
Nicolás Castro dice que desde niño despertó una pasión por las matemáticas y la física, así como una curiosidad por saber cómo funciona el mundo. A diferencia de Jhasmín, él vivió con sus padres y sus hermanos. Nació en Bolivia y a los 6 años vino a Cusco para quedarse con su familia, porque es la tierra natal de su padre.
Aunque sus padres se conocieron en Bolivia estudiando en la Universidad, con las obligaciones que demanda tener tres hijos no podían pagarle una educación de calidad. Es así que por su rendimiento destacado en el colegio decidió postular a la UTEC, bajo la modalidad de Alto Rendimiento para luego aplicar a la Beca BCP, que también brinda apoyo a los jóvenes más destacados del país.
CON LAS METAS CLARAS
Wilmer Ocampo es otro de los jóvenes talentosos beneficiarios de la Beca BCP. A diferencia de Jhasmín y Nicolás, él se encuentra estudiando en el segundo año del Instituto Cibertec, en Arequipa.
Wilmer recuerda que cuando estaba en segundo de secundaria supo que le interesaba la computación e informática y que iba a estudiar sí o sí, sin importar cómo. Su deseo de superación también tenía como raíces el agradecimiento a sus abuelos, que se ocuparon de él cuando su madre rehízo su vida con otra persona.
Sin embargo, el apoyo de sus abuelos siempre tuvo un límite. Él vivió en el distrito de Challabamba, en la provincia de Paucartambo, en Cusco, a seis horas de la ciudad. Con lo cual, debía viajar a la Ciudad Imperial para poder estudiar.
Hasta el momento, el BCP ha invertido un poco más de S/45 millones en alrededor de 1,000 becarios, y no es que haya pagado el 100% del costo de educación de los chicos, dado que las becas son cofinanciadas con las casas de estudios.
No obstante, dado que solventar las mensualidades y matrícula no es lo único que se requiere para estudiar, la entidad financia también laptops, alojamiento, alimentación y acompañamiento profesional a los becarios.
DATOS
-El Programa Becas BCP entrega entre 80 y 100 becas al año tanto para carreras universitarias como técnicas.
-La entidad financiera es consciente de que apostar por la educación es un esfuerzo de mediano y largo plazo, por lo que deben esperar que los becarios terminen de estudiar para comprobar si se cumplieron los objetivos del programa, que es insertarlos al mercado laboral.
El proyecto que lleva a lo alto el futuro de la niñez en el Perú
El proyecto Volar del Grupo Breca se enfocó en realizar planes de acción cuyo impacto genere cambios trascendentes en la infancia temprana y los resultados son muy alentadores.
La alta participación de niños que no alcanzan su máximo potencial, que en el mundo se estima que supera al 40% de infantes menores de cinco años, representa un problema tanto para el bienestar futuro de ellos como para el desarrollo social y económico del país.
Si bien existen políticas y programas del Estado dirigidos a la intervención temprana, oportuna y de calidad durante los primeros años de vida, los recursos siempre son escasos para la dimensión de esta problemática, lo que demanda del involucramiento del sector privado.
Y justamente con el ánimo de poner su granito de arena nació el proyecto Volar de la plataforma de impacto social Aporta, el habilitador de las acciones de sostenibilidad del Grupo Breca y sus empresas.
Ivo Saona, director general de Aporta, explica que Volar nació en 2018 como respuesta a la pregunta sobre: ¿dónde generar un impacto de largo plazo que permita cambiar la trayectoria de vida de la sociedad en el país? Por ello, el proyecto se enfocó en realizar planes de acción, cuyo impacto genere cambios trascendentes en la infancia temprana.
De acuerdo con Saone, Volar es uno de los proyectos bandera del Grupo Breca que, si bien tiene como ámbito de aplicación a las familias de los colaboradores de las empresas del grupo, así como las comunidades de las zonas de influencia, se trazó un objetivo más ambicioso: que su modelo de intervención sirva a la política pública.
El ejecutivo comenta que por esta razón al proyecto le tomó casi dos años investigar y entender el modelo que se necesitaba para llevarlo a cabo. Luego partió con un piloto en la zona de influencia de la Unidad Minera San Rafael de Minsur, de propiedad de Breca, y después de un año los indicadores de medición daban cuenta de una mejora en comparación a la línea base.
¿CÓMO TENER ALAS?
Volar trabaja directamente con los padres o aquellas personas que se encargan del cuidado de los niños. A decir de Fabiola Cáceres, gerente de Innovación Social de Aporta, el programa ofrece información y herramientas para trabajar todas las dimensiones de desarrollo integral de la niñez como motricidad, relación confiable con los padres, regulación de emociones, salud, aprendizaje, entre otras dimensiones.
Volar llega a los cuidadores de los niños principalmente en forma digital, mediante recursos y consejerías por mensajes de texto, grupos de WhatsApp y aplicativos, dependiendo del canal de información que sea más efectivo y que se pueda aprovechar de manera remota.
A través de estos se distribuyen videos, infografías, consejos, retos, asociados a la edad de los niños en el hogar para que puedan ponerse en práctica.
RESULTADOS
Con el apoyo de la Universidad del Pacífico por dos años consecutivos, en 2021 y 2022, han podido constatar el impacto del programa con resultados muy alentadores.
Así, comparando a las familias intervenidas por Volar de los distritos de Antauta, provincia de Melgar, y Ajayani, provincia de Carabaya, ambos en Puno, con respecto a las familias del distrito de Nuñoa, provincia de Melgar, que no participaron en la intervención, se puede observar, por ejemplo, una gran diferencia en las conductas de los tutores respecto al cuidado de los niños.
Por citar algunos indicadores, según Cáceres, el grupo intervenido con niños de 1 a 11 meses antes de Volar asistía, en promedio, a solo 3.6 controles del programa Crecimiento y Desarrollo de la niña y el niño menor de 5 años (CRED) del Ministerio de Salud (Minsa), cuando lo recomendable son 14. Luego de la intervención, la media de controles subió a 8, es decir, una variación de 4.4 controles, mientras que en el grupo no intervenido la media subió solo en 0.7 controles.
La misma situación se observó en los niños de 12 a 24 meses.
En el caso de indicadores asociados a los niños, los infantes de 3 a 18 meses que muestran una comunicación verbal efectiva acorde con su edad, en el grupo intervenido presentaron un progreso de 7 puntos porcentuales, mientras que en el grupo no intervenido presentaron un deterioro.
ESCALABILIDAD
Dados los resultados de Volar, Aporta viene avanzando en la agenda para que el impacto del programa llegue a través de aliados a más niños fuera del ámbito de acción de la plataforma de sostenibilidad de Breca. Actualmente, Volar tiene como aliados a Cuna Más, el Ministerio de Educación, Peruanos por Peruanos y otras organizaciones privadas.
A decir de Saona, la meta de Volar al 2030 es llegar de manera directa a 270 mil niños y a través de alianzas a entre 2 y 2.5 millones.
Además, acaba de obtener un financiamiento de USAID y firmar un convenio con Cuna Más para que junto con la organización Innovations for Poverty Action (IPA) puedan medir el impacto de Volar en el cuidado de los niños del programa Cuna Más.
Existe una actitud favorable a la empresa privada con algunos desafíos
La encuesta de Ipsos Perú encargada por Perú21 brinda datos reveladores sobre la percepción que existe acerca de la actividad empresarial en el país y la inversión privada en infraestructura.
De acuerdo a los resultados, hay una vocación emprendedora en la mayoría de los peruanos. Además, la empresa privada es preferida al Estado como opción laboral, pero no es la principal aspiración, ya que presenta oportunidades de mejora en el trato a los trabajadores, así como de ofrecer programas de apoyo a la comunidad.
Si los peruanos pudieran escoger dónde trabajar, 4 de cada 10 afirma que quisiera ser emprendedor; 3 de cada 10, trabajador independiente; 2 de cada 10 trabajar en una empresa privada y 1 de cada 10 trabajar en el Estado. Solo 1% escogería a una empresa informal.
Existe una buena percepción sobre la participación de la inversión privada en obras de infraestructura. Así, casi 8 de cada 10 está a favor de las asociaciones público-privadas (APP) y de la realización de obras por impuestos (OxI); y 6 de cada 10, de las concesiones.
Entre los tres principales aportes de la empresa privada están la creación de puestos de trabajo, la generación de oportunidades de negocio y el pago de impuestos; pero entre las oportunidades de mejora están el buen trato a sus trabajadores, la oferta de programas de apoyo a la comunidad y crear puestos de trabajo.
FUENTE: IPSOS PERÚ. LA ENCUESTA SE HIZO A HOMBRES Y MUJERES MAYORES DE 18 AÑOS, DE TODOS LOS NIVELES SOCIOECONÓMICOS (NSE), RESIDENTES EN PERÚ URBANO Y RURAL. SE LLEVÓ A CABO EL 26 Y 27 DE OCTUBRE DE 2023.
Desafíos para la sostenibilidad empresarial
El camino para que la confianza en la empresa privada perdure es asegurar su sostenibilidad social. Es decir, que las condiciones de vida de la población en las áreas de influencia de la inversión mejoren en el tiempo.
Alfredo Torres, presidente ejecutivo de Ipsos Perú
La elección de Pedro Castillo en 2021 representó un shock a la confianza del sector privado en el país. Su deplorable desgobierno hizo más daño en la gestión del Estado –que sufrió un grave deterioro– que, en el cambio de las reglas de juego empresariales, pero su propuesta de una Asamblea Constituyente mantuvo en vilo el ánimo de los inversionistas. Su vacancia –tras su torpe intento de golpe de Estado– generó un alivio, pero la incertidumbre continúa ante el riesgo de que otro “Castillo” más hábil puede llegar al poder en las próximas elecciones.
En ese contexto, muchos empresarios se preguntan si existe un sentimiento antiempresarial en el Perú y, si fuese así, qué se puede hacer para revertirlo. Una imagen favorable de la empresa privada reduciría el riesgo de que políticos antiempresariales lleguen al Gobierno o al Congreso en el futuro. La encuesta que encargó Perú21 a Ipsos para CADE permite trazar algunas rutas de acción con ese propósito.
En primer lugar, se confirma que existe una gran vocación emprendedora en el país. Si pudiesen escoger, 37% de los peruanos quisiera ser emprendedor y otro 35% trabajar de manera independiente, es decir, no emprender un negocio, pero sí tener una profesión u oficio que le permita autoemplearse. A su vez, 9% responde que preferiría trabajar en el Estado y apenas 1% en una empresa informal. Eso es positivo.
Sin embargo, la empresa privada formal no es percibida como una opción atractiva. Solo la menciona como aspiración laboral el 17% y, lo que es más revelador, esta preferencia se eleva a 44% en el NSE A y cae al 15% y 12% en los NSE D y E, respectivamente. Es decir, solo las personas de más recursos y mejor nivel educativo ven una línea de carrera atractiva en la empresa privada.
Esta respuesta está en línea con resultados de otras encuestas de Ipsos donde se observa que la imagen favorable de las empresas privadas grandes se da solo en los NSE A y B mientras que la imagen que prevalece en los NSE D y E es negativa. La realidad es que la mayoría de los trabajadores de bajo nivel educativo difícilmente tiene la oportunidad de ingresar a una empresa privada grande y normalmente solo pueden acceder a empresas que brindan servicios poco calificados a las primeras y que no siempre tienen los mejores estándares en el trato a su personal.
La encuesta de Perú21/Ipsos permite confirmar esta imagen ambivalente de la empresa privada y también trazar algunos derroteros. De un lado, cuando se pregunta por los principales aportes de las empresas, 54% responde la creación de puestos de trabajo y 34% generar oportunidades de negocios para sus proveedores. En cambio, cuando se inquiere por los aspectos en que las empresas deberían mejorar, las primeras menciones son para tratar bien a sus trabajadores (42%) y ampliar programas sociales (31%).
De estas respuestas surgen varios desafíos. En primer lugar, los empresarios no solo deben preocuparse por sus trabajadores directos sino también por sus trabajadores indirectos, aquellos que trabajan para sus proveedores. Es necesario incluir no solo criterios técnicos y financieros en la selección de los proveedores sino también una valoración de su conducta laboral y social. Asimismo, cada vez que sea posible, los líderes empresariales deberían alzar la voz en defensa de los intereses de los trabajadores que son víctimas de abusos en empresas que actúan al borde de la informalidad.
En segundo lugar, las empresas deben continuar desarrollando una cultura ASG (ambiental, social y de gobernanza), pero también los líderes empresariales deben alzar la voz en la promoción de políticas públicas más eficaces para combatir la anemia, la desnutrición y mejorar la calidad de los servicios de educación, salud y seguridad, la sostenibilidad ambiental y anticorrupción. La ciudadanía espera un compromiso más amplio de los empresarios que solo la defensa del modelo económico.
Una buena noticia que trae la encuesta es que a nivel agregado existe una amplia disposición favorable a la inversión privada en obras de infraestructura: 77% está a favor de las Asociaciones Público Privadas (APP), 75% a favor de los programas de Obras por Impuestos (OxI) y 59% a favor de las concesiones. He aquí otro derrotero para los empresarios: promover la revitalización de las APP, las OxI y las concesiones, habida cuenta de la buena disposición de la ciudadanía.
Hace un par de semanas el exministro de Economía Luis Carranza publicó en Perú21 una columna bajo el intrigante nombre “El juego del ultimátum” ( recordando un ejercicio de la economía experimental que demuestra la influencia de criterios emocionales de justicia y equidad en la toma de decisiones económicas. Entender bien ese principio es indispensable para que una inversión sea bien recibida, pero el camino para que la confianza en la empresa privada perdure es asegurar su sostenibilidad social. Es decir, que las condiciones de vida de la población en las áreas de influencia de la inversión y las oportunidades para sus hijos mejoren en el tiempo. He ahí otro desafío.
Alimentando emprendimientos y esperanza
En su segundo año, Ollas que Desarrollan suma esfuerzos para lograr la autogestión de las imprescindibles ollas comunes en los barrios más necesitados.
La mirada de Janet Puma irradia un brillo especial. Junto a un grupo de mujeres dirige la olla común Rinconcito del Valle, en Carapongo (Chosica), una de las tantas que a diario alimentan a decenas de miles de personas de escasos recursos en Perú. Aunque las carencias todavía abundan, la esperanza ha cobrado más fuerza que nunca con la llegada de Ollas que Desarrollan de Alicorp, programa que apunta a la autogestión de estas iniciativas. Creado en mayo del 2022, el proyecto se basa en tres ejes de acción: donación y entrega de alimentos necesarios en cantidad y calidad; equipamiento de los comedores con nuevos utensilios de cocina; así como capacitaciones y despliegue de competencias a las lideresas para lograr que sus organizaciones sean sostenibles en el tiempo y puedan desarrollarse junto a su comunidad.
El propósito de Alicorp, subraya Malena Morales, vicepresidenta de Asuntos Corporativos de la empresa, es “alimentar un mañana mejor, entendiendo que alimentar también es inspirar, ayudar a crecer, motivando el desarrollo de nuestro entorno”. Por el momento, los números que maneja el programa hablan de 370 ollas comunes beneficiadas en nueve regiones—Lima, Piura, La Libertad, Lambayeque, Arequipa, Apurímac, Junín, Cajamarca y Cusco— y más de 3 millones de raciones entregadas a 32 mil personas.
Así como Janet de Carapongo, quien en plena pandemia vivió con angustia la falta de ayuda, su tocaya Janet Gutiérrez, de la olla común Plataforma de Manchay (Pachacámac), se vio obligada a salir junto a otras mujeres de su comunidad a los mercados en busca de donaciones. “Alicorp llegó en el momento que más necesitábamos. No solo nos apoyó con víveres de primera necesidad, sino también con talleres de nutrición, en cómo administrar nuestros ingresos”, afirma agradecida Gutiérrez. Más allá de la provisión de alimentos, Ollas que Desarrollan brinda conocimientos enfocados en fortalecer las habilidades de las mujeres que están al frente de cada organización popular. Con esa intención casi mil personas recibieron cursos sobre nutrición, organización de equipos, sanidad e higiene, finanzas y contabilidad, liderazgo y negociación, empoderamiento y emprendimiento. Este último ítem se está llevando a cabo desde este año. “Está compuesto por sesiones que buscan que las ollas identifiquen los recursos con los que cuentan actualmente para crear una idea de negocio, conocer a su cliente, manejar la logística y actividades clave, desarrollar presupuestos y costos, así como elaborar un discurso potente para crear sinergias y sumar aliados”, precisa Morales de Alicorp. El objetivo final es generar nuevos ingresos para garantizar su sostenibilidad.
Son más de 140 lideresas graduadas durante la fase de emprendimiento. Ellas pertenecen a 46 ollas y a ese mismo número ascienden las ideas de negocio que ya están en proceso de implementación. Las propuestas incluyen la creación de panaderías artesanales, fuentes de soda y restaurantes, hasta la producción de postres saludables a base de sangrecita y mermeladas de frutas y verduras. Todas fueron sustentadas frente a un jurado que calificó su viabilidad y plan de negocios. Tras su aprobación cada emprendimiento accede al Capital Semilla, sistema de financiación bajo la guía y asesoramiento de la ONG Juguete Pendiente, principal aliado del programa y con quien se viene trabajando desde el primer día, identificando y articulando las acciones dirigidas a las ollas comunes más necesitadas.
Otros socios estratégicos son la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas, encargada de la malla curricular del programa de emprendimiento; Mibanco, educando a las lideresas en temas como contabilidad, finanzas y costos; Cargill, otorgando el Capital Semilla; Primax Gas, donando balones de gas; Unacem, apoyando con la entrega de alimentos y capacitaciones; Record, renovando los implementos de cocina; y, finalmente, Auna, brindando mamografías y charlas de salud preventiva.
La lectura, una herramienta del presente que define el futuro
A 16 años de su creación, el programa Leer es Estar Adelante renueva su firme compromiso con la educación y la niñez peruana.
Con el pleno convencimiento de que la comprensión lectora es la base fundamental de la educación, la Fundación BBVA inició en 2007 un programa que desde entonces ha cambiado muchas vidas. Bajo el nombre de Leer es Estar Adelante, la iniciativa ha compartido herramientas indispensables para elevar el nivel de lectoescritura en alumnos de tercer a sexto grado de primaria en escuelas estatales, tanto urbanas como rurales. Una muestra de los resultados obtenidos en 16 años de trabajo es lo ocurrido en el colegio Javier Pérez de Cuéllar, de San Juan de Lurigancho. Esta unidad escolar es una de las primeras que acogieron el programa y por ello se ha seguido muy de cerca su evolución. Según comenta Nelson Alvarado, gerente de la fundación que acaba de cumplir 50 años de labor social: “De diez niños solo dos comprendían sus lecturas. Con el programa estos números han ido mejorando hasta lograr que hasta seis niños entiendan lo que leen. Eso es para nosotros lo más importante”.
El rol que desempeñan los maestros es también vital para la concreción de objetivos. Guiados por el libro Adelante y capacitados en la metodología que su enseñanza implica, han colaborado a la evolución de este material educativo de acuerdo a las necesidades de los alumnos. Cada libro ha sido dotado con contenidos específicos teniendo en cuenta la región del país a la que pertenecen. Por ejemplo, explica Alvarado, “el libro que utilizan los niños de Ayacucho contiene referencias directas a esa localidad, pero el libro del mismo grado desarrollado en Piura contiene narraciones adaptadas al entorno del norte peruano. Acercar el libro a la realidad del niño con historietas, cuentos e imágenes que lo identifican, facilita el aprendizaje y la comprensión lectora”.
Otro aporte importante del libro Adelante es que los niños lo pueden llevar a casa. Es allí donde ocurre la maravillosa réplica de lo aprendido. A través de algunas historias ocurridas en el Ande rural, recogidas por el programa educativo, se ha comprobado que esos mismos libros con los que un niño de ocho años aprendió a leer correctamente han sido utilizados para formar a sus propios familiares y miembros de su comunidad. “En Ayacucho, entrevistamos a uno de nuestros alumnos cuyos padres son analfabetos. Él nos contó emocionado que a través del libro no solo potenció sus habilidades, sino que también pudo enseñarle a sus progenitores y abuelos nociones básicas de lectura”, precisa el director de la Fundación BBVA.
Creado a partir de una acción coordinada con el Instituto de Estudios Peruanos y con el Ministerio de Educación, hasta el momento Leer es Estar Adelante ha beneficiado a casi 150 mil niños en más de 1,000 escuelas localizadas en once regiones del Perú, específicamente en Áncash, Arequipa, Ayacucho, Ica La Libertad, Lima, Callao, Loreto, Piura, Huancavelica y Lambayeque. También han sido capacitados más de 4,900 maestros y en medio del confinamiento que trajo la pandemia todos sus libros fueron digitalizados y puestos a disposición de la ciudadanía a través de la página web https://fundacionbbva.pe/educacion/leer-es-estar-adelante/.
El fin mayor de la fundación es contribuir desde el sector privado a la educación pública, siempre en comunión con el Estado y la sociedad. La convicción de que un niño que entiende lo que lee se convertirá en una persona que en el futuro tendrá más oportunidades de estudiar, progresar y aportar a la sociedad ha quedado confirmada con un dato más que optimista: a pesar de los bajos recursos familiares, un alto porcentaje de niños que han formado parte del programa son hoy profesionales técnicos o universitarios.
Una oportunidad para ampliar el horizonte educativo
Cometa Fest rompe las barreras que limitan el talento peruano y ofrece 20 becas integrales en las mejores universidades de Estados Unidos.
Estudiar y desarrollar una carrera en el exterior es una de las metas más ansiadas por los jóvenes peruanos. Lamentablemente, a muchos la realidad económica por la que atraviesan les impide hacer posible este sueño. Sin embargo, a pesar de las dificultades, un grupo de estudiantes ha logrado acceder a algunas de las mejores universidades de Estados Unidos gracias a la Beca Cometa. Esta loable iniciativa se desprende del festival Cometa Fest, que a su vez forma parte del Programa Educando Perú del Grupo Intercorp. Desde esta plataforma se busca contribuir con el desarrollo del país a través de una educación de calidad.
Uno de los casos emblemáticos de Beca Cometa, que premia el talento y el esfuerzo, es Brigitte Aparicio (17), hoy estudiante de UC Berkeley, casa de estudios calificada dentro de las 10 mejores del mundo y con 91 premios Nobel en su haber, entre profesores, investigadores y alumnos. La historia de una de las primeras 20 becarias parte de un hecho fortuito que tiene como protagonista a su madre. Fue ella quien descubrió el anuncio de la convocatoria al utilizar un periódico como pad mouse para su computadora. Juntas investigaron sobre el tema, cumplieron con los requisitos preliminares que incluían un promedio escolar superior a 16, un nivel avanzado de inglés y no tener ingresos familiares mayores a 8 mil soles. Tras superar las diversas etapas de la postulación, Brigitte empezó el pregrado en septiembre último con la seguridad de que todos los gastos —150 mil dólares por cuatro años— que implique la carrera de Ciencias Económicas estarán solventados. Con el apoyo de Intercorp el futuro que avizora es más que promisorio. “Me veo liderando mi propia empresa. Quiero contribuir al Perú desde donde sea que esté ubicada. Que sepan que soy parte de una familia de mujeres luchadoras, que ellas son mi motivación. Que he visto a mi madre en tres o cuatro trabajos y lograr con ello que mis hermanas sean profesionales”, relata emocionada.
Jorge Yzusqui, cofundador y director de Cometa Fest da una clara visión de lo que significa esta labor. “Hemos visto que en el país existen muchísimos jóvenes que pueden ir mucho más allá de lo que ellos mismos piensan. Entonces nos pusimos a pensar en qué cosas podríamos hacer por los chicos que están acabando el colegio, para poder inspirarlos. Así nació Cometa Fest. En el fondo lo que queríamos decirles es que a la edad que ellos tienen nada es imposible”.
Precisamente, hace unos días se desarrolló la tercera edición —la primera de manera presencial— de este festival educativo. Allí los estudiantes de los tres últimos grados de secundaria pudieron conocer el abanico de posibilidades para tentar carreras universitarias en el país y en el extranjero. Los resultados sobrepasaron las expectativas, pues durante los tres días que duró el evento se congregaron alrededor de 25 mil jóvenes de mil colegios de todo el Perú, tanto de manera virtual como in situ. Dentro de ellos se hallaron más de 400 talentos que podrían postular a una de las 20 becas integrales (incluye el costo de los estudios, alojamiento, manutención, equipos educativos y pasajes anuales al Perú) que les permitirá estudiar una carrera universitaria en la New York University (NYU), Massachusetts Institute of Technology (MIT), The University of Chicago, Brown University, Harvard, Princeton, Arizona State University, UC Berkeley y Dartmouth.
Beca Cometa inició acciones en 2021. Un año después, postularon a una plaza universitaria en el exterior más de 2800 estudiantes. Este año se espera superar la convocatoria. E incluso se está pensando ampliar el número de becas para aquellos que no pasaron la prueba del idioma inglés, esta vez en universidades nacionales o extranjeras en países como México.
Un proyecto para volar alto
Para 2025 la infraestructura, servicio y calidad del aeropuerto Jorge Chávez será superlativa. La ampliación va de la mano con el bienestar de sus vecinos.
Hace cinco años se sentaron las bases de un ambicioso proyecto que aspira a convertir a Lima en la principal puerta de entrada a la región y como consecuencia dotará a la capital peruana de una conectividad envidiable con el mundo. La ampliación del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez está a cargo de Lima Airport Partners (LAP) e integrará la operación aeroportuaria con múltiples zonas de carga y transporte, además de centros empresariales, hoteles, oficinas, zona franca, entre otros comercios vinculados con las actividades económicas que se desarrollan en el Callao.
El terreno sobre el que se construirá -que entre otras obras incluye un nuevo terminal de pasajeros y la ciudad aeropuerto más grande de Sudamérica- ocupa 936 hectáreas de longitud, equivalente a las dimensiones del distrito de Miraflores. Un megaproyecto cuya inversión, asumida en su totalidad por LAP, es de más de US$ 2000 millones.
Por el momento se ha culminado la construcción de la nueva torre de control, una infraestructura de 65 metros de altura; y los 3480 metros de longitud de la nueva pista de aterrizaje. Ambas están en funcionamiento desde abril último y ya han permitido la operación de más de 9 mil vuelos y el transporte de más de 1.2 millones de viajeros.
Respecto al nuevo terminal único de pasajeros se calcula que los avances a fin de año llegarán al 70%. Está en proceso la instalación de un total de 46 mangas de abordaje, 19 más que el actual. De ellas, 37 se instalarán hasta el 2024 y las otras nueve durante el 2025. Cada manga de abordaje cuenta con una inversión de más de US$ 700 mil. La capacidad de atención para enero del 2025 será de 30 millones de pasajeros en un área de 210 mil m2, tres millones adicionales a la demanda prevista. A partir de esa fecha el acceso será por el Puente Santa Rosa, obra a cargo de Provias Nacional del MTC.
Por otro lado, el diseño de la Ciudad Aeropuerto contará con una inversión de terceros que supera los US$ 270 millones. De esta cifra ya se han adjudicado proyectos de inversión comercial por un valor de US$ 227 millones.
Adicionalmente a esta millonaria inversión, desde el 2019 LAP ha implementado programas sociales dirigidos a los vecinos de 46 localidades de su área de influencia directa (AID). Julissa Salavarría, Gerenta de Sostenibilidad de la empresa comenta que “estos giran en torno a seis ejes: salud, ciudadanía, emprendimiento, gestión de desastres, mitigación de ruido y empleabilidad”. Dentro de las acciones se cuentan campañas médicas en más de 10 especialidades, concientizando a los pobladores en el cuidado de la salud física y mental.
Gracias a los programas de Emprendimiento de LAP, en este año ya son 220 empresarios los que han sido capacitados en gestión empresarial y comercial, fortaleciendo sus negocios y propiciando su articulación en el mercado. Desde el 2021 se han entregado más de 500 becas a jóvenes capacitados en habilidades blandas, inglés, ventas y atención al cliente, entre otros temas. Este trabajo, cuenta Salavarría, ha propiciado que alrededor de 150 jóvenes hayan sido insertados en el mercado laboral. Ante la crisis generada por el COVID-19 también se iniciaron campañas solidarias en más de 50 ollas comunes que entregaron más de 133 mil raciones de comida. La formación de brigadas de emergencia y las capacitaciones en el cuidado del medioambiente en docenas de colegios confirman el compromiso por aportar desarrollo y calidad de vida a la ciudadanía.
Una concientización extraordinaria sobre el mediambiente
Mapfre Perú auspició la película “Milagros: Una osa extraordinaria” que promueve la restauración ecológica. Ha asumido el compromiso de producir seguros para todos los peruanos.
Aplicar los principios ASG ya no es una opción, sino una obligación de las empresas con la sociedad y el mercado. Este último no está dispuesto a pasar por alto prácticas que no tomen en cuenta la contaminación, la demanda de la comunidad y el buen gobierno corporativo.
Sin embargo, tampoco es tarea fácil y tiene varios desafíos. Por esta razón, Mapfre Perú ha implementado su Plan de Sostenibilidad para el periodo 2022-2024, que además de estas tres líneas: Ambiental, Social y de Gobierno, le ha agregado un pilar adicional que llama Negocios, que vela porque la sostenibilidad esté incorporada dentro del proceso del negocio de la compañía, que es la oferta de seguros.
Así, como parte de la aplicación del pilar Ambiental de su estrategia, Mapfre ha optado por auspiciar la película Milagros: Una osa extraordinaria. La cinta 100% peruana combina aventuras, diversión y un mensaje que promueve la restauración ecológica. Justamente fue certificada “Climate Positive de Green Initiative”, convirtiéndose en la primera película animada en el mundo en lograr un impacto positivo.
“Esta es una película que fomenta esa concientización para el cuidado con el medioambiente y Mapfre ha auspiciado esta película con dicho propósito. Además de participar en el auspicio de esta película, hemos contribuido con la reforestación en Madre de Dios, con lo cual, nos han otorgado la certificación de Forest Friends”, dijo María López, directora de Sostenibilidad de Mapfre Perú.
ACCESIBILIDAD AL SEGURO
En el pilar Social, el compromiso de Mapfre es amplio. López destaca que la estrategia de la compañía considera cinco aspectos en los que forma parte lo que llama “Cadena de Valor”. La ejecutiva señala que como parte de esta línea destaca la accesibilidad al seguro, es decir, el trabajo y compromiso de la compañía para ofrecer seguros dirigidos a todos los peruanos.
Dicho principio también viene ligado con la educación financiera, que es otra línea del pilar social. Este busca dotar a la población en general de cultura del ahorro, entre otros temas, para que tengan una mejor gestión financiera.
“En la medida que la gente esté más informada, va a tener mayor posibilidad de tomar buenas decisiones en términos de productos aseguradores”, comentó López.
Otras de las iniciativas que sigue el plan de sostenibilidad de Mapfre son la reducción de la huella de carbono y la neutralidad de carbono. Según la ejecutiva, la aseguradora tiene el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono el próximo año.
Para este objetivo, hay varios hitos que se están alcanzando. Uno de ellos es la transición de su flota de vehículos del negocio funerario, así como de al menos el equipo directivo a autos híbridos. Además, hace poco se mudaron a una nueva sede, que fue construida con el cumplimiento de todos los estándares ambientales de la certificación Leed Gold. Por ejemplo, han implementado paneles fotovoltaicos para operar con energías limpias.
La Copa Ocho Sur que lleva alegría a las comunidades necesitadas
La empresa invita a los ‘cracks’ del fútbol peruano para que visiten a las comunidades más pobres y que sus pobladores jueguen y compartan gratos momentos con sus ídolos.
En la carretera Federico Basadre, que conecta a Pucallpa con Lima, en la provincia de Coronel Portillo, Ucayali, existe un desvío que lleva al distrito de Nueva Requena en donde se encuentra la operación de palma aceitera de Ocho Sur.
En los alrededores de la operación de 10,000 hectáreas compuesta por dos fundos, Tibecocha y Zanja Seca, y una planta procesadora, que emplean a un poco más de 1,500 trabajadores formales, viven alrededor de 25 comunidades, muchas de ellas en situación de pobreza.
Ocho Sur es el motor de la economía de la región. Con una cadena de más de 500 proveedores de diversos servicios, el año pasado exportó US$130 millones en aceite crudo, lo que representó el 60% de las exportaciones de la región.
No obstante, pagar remuneraciones un 33% por encima del jornal agrícola nacional o comprar sus frutos a los pequeños palmicultores de la zona no es suficiente para ayudar a enfrentar los problemas de las comunidades.
Por esta razón, uno de los cuatro ejes del plan de relación de Ocho Sur con ellas es el deporte rey, ya que el fútbol nos une y nos alegra. La entidad desde el año pasado organiza un campeonato en el que compiten hombres y mujeres de la zona.
Alfonso Morante, CFO de Ocho Sur, detalla que el campeonato dura tres meses y medio y la final, que se disputa en el Estadio Nueva Requena, es una fiesta de los pueblos.
LA VISITA DE LOS ‘CRACKS’
Y como toda fiesta necesita animación, la empresa invita a ‘cracks’ del fútbol peruano para que el sábado, un día antes de la final, visiten las comunidades más pobres para que sus pobladores jueguen y compartan gratos momentos con sus ídolos; y el domingo, estén presentes como ‘embajadores’.
En la última Copa Ocho Sur, que se llevó a cabo hace unas semanas, estuvieron presentes el ‘Chorrillano’ Palacios y el ‘Checho’ Ibarra.
“Pasamos la voz de las visitas de los cracks a una determinada comunidad para que las otras de alrededor también acudan y puedan disfrutar de esta fiesta. Las visitas son los sábados, para que el domingo puedan animar la final de la copa. No imaginas lo feliz que se pone la gente”, comenta el ejecutivo.
Los otros tres ejes de relación con la comunidad de Ocho Sur son la mejora de los servicios de salud en el distrito de Nueva Requena, la edificación de infraestructura educativa y la construcción de infraestructura básica para ayudar a cerrar las brechas en agua potable, así como mantenimiento de vías y conectividad digital.
Cuando el desperdicio de comida no es la alternativa
Las virtudes del programa Consúmelo a Tiempo, parte de una estrategia empresarial a favor de la sostenibilidad y la economía ciudadana.
Según estimaciones del estudio “Cuantificación de las pérdidas y el desperdicio de alimentos en el Perú: un análisis de flujo másico a lo largo de la cadena de suministro de alimentos”, publicado a inicios de 2021, dentro de Latinoamérica somos uno los países con los índices más altos de desechos alimentarios. Aunque los investigadores de la Universidad Nacional de Moquegua —autores de la publicación— utilizaron datos que corresponden al periodo entre 2007 y 2017, los resultados encendieron las alarmas tanto en el sector público como en el privado. De estos últimos, Cencosud fue uno de los primeros que decidió tomar cartas en el asunto. Frente al desperdicio de más de 12 millones de toneladas de alimentos, es decir del 47% del suministro nacional por año, el consorcio decidió darle luz verde a Consúmelo a Tiempo, programa que forma parte de una estrategia de sostenibilidad mayor impulsada por la empresa.
Como menciona Ángel Rodríguez, subgerente de Sostenibilidad y Experiencia del Cliente de Cencosud, la finalidad es “promover una economía circular y hacer frente a desafíos como la pérdida y desperdicio de alimentos, monitoreando nuestro impacto y estableciendo compromisos en cuatro ejes de acción: eficiencia interna (compras, logística, transporte y manipulación); donación; disposición final; y promoción del consumo responsable”. Es decir aprovechar al máximo los alimentos próximos a una fecha de retiro, pero manteniendo una óptima calidad a través de Consúmelo a Tiempo en Metro y Consume Consciente en Wong. “Ambos programas —continúa Rodriguez— rastrean este tipo de productos a lo largo de las tiendas y los ponen a disposición de nuestros clientes a precios bajos y hasta con un 70% de descuento”. Así se evita que miles de productos se pierdan y generen un impacto ambiental negativo en las cadenas de residuos.
Pero esto no es todo, a lo ya mencionado se suma Rescate de Alimentos en alianza con el Banco de Alimentos Perú (BAP) y de alcance regional en los países donde opera Cencosud desde el sector de supermercados. Esta iniciativa se da desde 2016, cinco años antes que Consúmelo a Tiempo. La idea es aprovechar los alimentos que no se logran vender y entregarlos a las poblaciones vulnerables que apoya el BAP, en un contexto de creciente inseguridad alimentaria que afecta alrededor del 40% de hogares peruanos, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Solo en 2022, a través de la triada de programas ya detallados, precisa el subgerente de Sostenibilidad del consorcio, “hemos evitado el desperdicio de más de 800 toneladas de alimentos, destinándolas a 97 organizaciones sociales. También hemos realizado una contribución a la lucha contra el cambio climático mediante la reducción de 143 toneladas de emisiones de CO2 con estas acciones”.
En resumen, lo hecho por Cencosud no solo impacta de manera directa en la economía de los consumidores al permitir un ahorro considerable de gastos, sino que además, desde una perspectiva más amplia, contribuye con la Agenda 2030 al apoyar la consecución de algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible como hambre cero y consumo responsable.
En el mar la vida es más valiosa
Capacitados en temas de sostenibilidad, los tripulantes de las embarcaciones pesqueras de TASA se han convertido en protagonistas de la conservación marina.
Ser la empresa líder en producción y exportación de harina y aceite de pescado del mundo es, sin duda, un premio al trabajo constante durante más de dos décadas. Para TASA estar a la cabeza del rubro pesquero es más que un logro, una gran responsabilidad. No solo con el desarrollo económico y social sino también con el compromiso ambiental que tiene como base la sostenibilidad. El mejor ejemplo de estas acciones es Cuidamar, modelo de pesca sostenible que desde 2008 desarrolla una estrategia que contribuye al equilibrio del hábitat marino y sus especies. El programa ha permitido capacitar a los tripulantes de las 46 embarcaciones que posee la empresa en prácticas idóneas de cuidado ambiental y conservación. Son ellos, los protagonistas de la labor pesquera, quienes se han convertido en los principales agentes de cambio y se han ganado el apelativo que da nombre a esta iniciativa.
Además del monitoreo constante del mar, los tripulantes registran avistamientos, pueden manejar correctamente la pesca incidental, realizar liberaciones adecuadas y desarrollar prácticas para el manejo responsable de diversas especies de fauna marina a bordo. Todo ello, sumado a la creación del aplicativo Cuidamar, ha agilizado el registro de avistamientos y liberaciones —solo en 2022 se registraron 24,273 entradas de información, de las cuales el 36% reportaba la presencia de fauna— que desde entonces puede ser visualizado en tiempo real por el equipo de Oceanografía de TASA. De igual manera, ha facilitado la toma de decisiones y la integración de datos con el programa Salvamares, del que también participan otras pesqueras del gremio privado.
Algunos de los indicadores más relevantes brindados por la empresa dan cuenta de las acciones registradas en un área de 500,000 km2 a lo largo del litoral peruano y en 300 días por año. El 95% de los pescadores de TASA fueron entrenados y de ellos el 89% conoce las especies en peligro de extinción y su importancia. Hasta la fecha son 48 los ‘cuidamares’ que cumplen el rol de observadores y son responsables de la conservación de especies a bordo. Los registros de avistamientos desde el inicio del programa ya suman 370,929 y dentro de los mismos ha habido 61,732 presencias de depredadores y cardúmenes. Desde 2013 se han alcanzado 5,096 registros de liberaciones en promedio, es decir más de 50,000 individuos de diferentes especies (tortugas marinas, aves, rayas y algunos mamíferos) en los últimos 10 años.
No es casualidad, entonces, que Cuidamar esté alineado a los objetivos fijados dentro del convenio de diversidad biológica del Programa de Naciones Unidas del Medio Ambiente (PNUMA), a los de desarrollo sostenible referentes a la Acción por el Clima y la Vida Submarina, al código de conducta de pesca responsable de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y al cumplimiento de los compromisos asumidos en la I Conferencia de los Océanos de las Naciones Unidas en 2017, así como a las nuevas metas planteadas a 2025.
Como dato adicional, hace poco se creó Cuidamar Artesanal, una extensión del programa bandera de TASA que busca compartir e intercambiar buenas prácticas de pesca con el sector más tradicional. El proyecto piloto se lleva a cabo en el desembarcadero El Faro, en Matarani (Arequipa) y ya han sido capacitados más de 30 pescadores de la zona.
El programa que inspira los emprendimientos sostenibles
Tras cuatro ediciones, el premio Perumin Inspira fortalece el rol de la industria extractiva como actor generador del desarrollo sostenible en las zonas de influencia minera.
Toda actividad que promueva la sostenibilidad es relevante para asegurar las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras. Ese es el sentido de Perumin Inspira, el concurso de emprendimientos impulsado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, en alianza con el CIP One CGIAR Agrilac Resiliente y gestionado por Kunan.
Se trata de un premio dirigido a emprendimientos sociales con impacto en la sierra y ceja de selva del Perú, que buscan disminuir brechas sociales y económicas, contribuyendo al desarrollo sostenible. Dichos emprendimientos deben apuntar a cerrar alguno de los objetivos de desarrollo sostenible (ODS).
Jimena Sologuren, presidenta de Perumin Inspira, explica que el objetivo del premio es fortalecer el rol de la industria extractiva como actor generador y fortalecedor del desarrollo sostenible en las zonas de influencia minera, mediante el impulso a emprendimientos de alto impacto.
En la cuarta edición de Perumin Inspira que se llevó a cabo este año, el concurso recibió 136 postulaciones. Los proyectos presentados provinieron de 16 regiones del país y se seleccionó a 16 finalistas que participaron en talleres para fortalecer sus capacidades y prepararse para la final en Perumin 36 Arequipa.
INNOVACIONES
Hubo una innovación que abordó el acceso limitado del agua a través de duchas portátiles para que las personas puedan bañarse de manera más eficiente. También, destacaron innovaciones que transforman microalgas para generar suplementos que ayuden a combatir la desnutrición y anemia. Incluso las iniciativas llegan al ámbito financiero. Sologuren destaca el caso de organizaciones comunales que brindan créditos y ahorros en Cajamarca.
Este año, los proyectos reconocidos por Perumin Inspira fueron: Única Nueva Esperanza, en Cajamarca, con su modelo de créditos que favorece el desarrollo de iniciativas comunales; Prepaso, en Cusco, que es una plataforma que permite a los jóvenes prepararse para la universidad desde sus hogares; Hortalizas del Colca, en Arequipa, que ayuda a impulsar fondos para la implementación de módulos acuapónicos (sistemas de cultivos) para mujeres de zonas altoandinas.
El proyecto Nostoc recibió el reconocimiento Especial CIP, debido a que reaprovecha el valor proteico del cushuro para combatir la anemia en niños en zonas altoandinas a través de gomitas nutracéuticas. Cada año nuevos afiliados se suman a este propósito como el Centro Internacional de la Papa (CIP); Compañía Minera Poderosa; Moquegua Crece de Anglo American; Orica; Kaman; Benites, Vargas & Ugaz Abogados; Tecsup y ADN Partners.
Energía nutritiva que transforma y desarrolla
Desde hace 20 años el gas de Camisea que transporta TGP ha unido costa, sierra y selva del Perú, generando el 50% de la energía eléctrica. Además, ha facilitado las papas nutritivamente potenciadas de Manuel Choqque.
Atravesar 730 kilómetros de abundante vegetación, montañas escarpadas y zonas desérticas es el desafío que desde hace dos décadas Transportadora de Gas del Perú (TGP) viene enfrentando. La tarea no ha sido sencilla. Lograr el objetivo de trasladar el gas natural de Camisea desde la selva de Cusco hasta Lima ha generado una inversión anual de 30 mil millones de dólares para temas de geotecnia.
La operación consiste en el traslado de hidrocarburos hacia la costa a través de dos ductos, uno de gas natural y otro de líquidos de gas natural. En el camino se recorren cinco regiones —Cusco, Ayacucho, Huancavelica, Ica y Lima— y se interactúa con 180 comunidades que forman parte del área de influencia de la empresa. El gas natural llega así a los generadores de electricidad y grandes industrias. Los líquidos de gas natural, por su parte, desembocan en la planta de fraccionamiento Lobería en Pisco, donde ya procesados son destinados a abastecer al mercado local de GLP y otros combustibles.
Siendo el principal gasoducto en Perú, explica Tania Silva, gerente de Comunicaciones y Relaciones Institucionales de TGP, la empresa sirve a cuatro actividades principales de la economía peruana: genera hasta el 50% de la energía eléctrica en Perú; es el distribuidor del 100% del GNL usado en Perú (en industrias de vehículos y hogares en Lima, Ica, Arequipa, Moquegua, Tacna, Cajamarca, Lambayeque, La Libertad y Ancash); es responsable de la producción del 92% del GLP producido en Perú; y, del 100% de la exportación de LGN del país.
A su contribución al desarrollo del país, con energía limpia y eficiente, se suma el cuidado del medioambiente y el desarrollo de las poblaciones vecinas. Una iniciativa importante es Peruanos que Transforman, un reconocimiento a esforzados peruanos hallados a lo largo del camino que ha construido TGP para el transporte de gas.
Es el caso de Manuel Choqque y la investigación que transformó a la papa en una bomba de nutrientes. Sus primeros juguetes no fueron autos ni soldados. Nacido en el seno de una familia con una larga tradición en la agricultura, de niño Manuel Choqque se entretenía identificando las distintas especies de papa que crecían en su natal Cusco. Hoy, con 35 años, está logrando que aquel tubérculo con el que creció se convierta en la estrella del revolucionario proyecto que impulsa desde hace diez años. “Mucha gente piensa que la papa es un cultivo más, pero para mí es parte de mis ancestros, de nuestra historia y cultura. Por eso quiero cambiar el paradigma que se tiene de ella, siento que es poco valorada a nivel mundial”, explica el ingeniero agrónomo que ha logrado producir 370 variedades de papa nutritivas y antioxidantes.
“Me centré en las papas nativas pigmentadas. Por ejemplo, las moradas están relacionadas con un tipo de antioxidante llamado antocianinas. Las rojas y anaranjadas contienen betacarotenos y un alto porcentaje de vitamina A que previene enfermedades oculares como la miopía”, cuenta. A partir de esos patrones realizó un mejoramiento genético mediante el método de la polinización manual. Así obtuvo papas biofortificadas con antioxidantes y vitaminas. Una “superpapa” o una “bomba nutritiva”, como a Choqque le gusta llamarlas.
Ahora se consumen en restaurantes como Central, Maido, La Niña y Mayo, en Lima. “Vamos poquito a poquito. Creo que la papa es un canal idóneo para poder comunicarnos con nuestro pasado. Y es el inicio de un proceso de rescate de otros tubérculos oriundos”.
Hacia un Nuevo Pacto Virtuoso
El desafío económico es inminente. El quehacer productivo se ha visto afectado por la turbulencia política. No existen cuerdas separadas, urge reconstruir la confianza.
Pablo de la Flor, gerente de asuntos corporativos de Compañía Minera Poderosa
Con los motores del crecimiento apagados y la inversión privada en caída libre, nuestro país enfrenta una de las coyunturas económicas más desafiantes que le haya tocado vivir en las últimas dos décadas. Muy atrás ha quedado la época en la que despuntábamos como ejemplo regional de solvencia y solidez económica. ¿Qué pasó que en tan corto tiempo perdimos el rumbo y ahora vamos de tumbo en tumbo sin poder escapar de la borrasca?
La causa raíz de esta zozobra guarda relación con la ruptura del pacto tácito a partir del cual se entendía que nuestro quehacer económico podía seguir un derrotero autónomo, distante de los avatares políticos, como si la actividad productiva pudiera abstraerse de los límites que estos últimos le imponían, algo que en la práctica demostró su más absoluta inviabilidad.
El crecimiento acelerado que el país alcanzó como resultado de las reformas de los 90 y la aceleración de la inversión privada en un contexto internacional propicio para nuestras exportaciones tuvo suficiente viada como para soportar los distintos obstáculos institucionales que amenazaban descarrilarlo. Sin embargo, esa situación cambió drásticamente en el último lustro.
La inestabilidad, fragmentación y polarización de los últimos años se encargaron de despejar la falsa impresión de que podíamos construir una economía pujante y dinámica sobre los escombros de una institucionalidad debilitada y en acelerado proceso de descomposición. Sin duda, el punto de quiebre lo precipitó la elección de Castillo y la instalación del régimen cleptocrático que, arrellanado en el poder, en poco tiempo dinamitó los remanentes de la escasa institucionalidad que había logrado sobrevivir en el país.
No sorprende entonces que nos hayamos estrellado contra lo que podría convertirse en nuestra nueva normalidad: crecimiento anémico, informalidad galopante y pobreza en ascenso. Hemos comprendido, finalmente, que no existen cuerdas separadas, sino una extensa red de vasos comunicantes entre la política y la economía, y que lo que ocurre en el primero de los planos reverbera en el otro, generando un bucle de inevitable deterioro, que debemos enfrentar con determinación y urgencia si queremos recuperar el rumbo y el ritmo perdidos.
La reactivación a partir de los estímulos fiscales anunciados por el MEF (Punche Perú y demás) podrían insuflarle cierto dinamismo a nuestra alicaída economía, pero difícilmente nos pondrá en la órbita del crecimiento acelerado que el país necesita para desterrar la pobreza y dar oportunidades a nuestros jóvenes. Para ello será necesario restituir la confianza de los inversionistas, garantizando la estabilidad y predictibilidad de las reglas de juego, sin ventajas ni privilegios.
Más importante aún, necesitamos forjar un nuevo ‘pacto virtuoso’ de largo plazo en favor del crecimiento, en el que converjan aquellos partidos políticos que, alineados con la promoción y defensa de valores democráticos, estén dispuestos a asumir algunos lineamientos fundamentales para la conducción económica del país (estabilidad monetaria y fiscal, desburocratización, fortalecimiento del capital humano, mayor productividad, seguridad).
Para que emprendamos esa ruta transformativa, será indispensable que el pacto involucre también compromisos básicos respecto al afianzamiento de nuestras instituciones fundamentales (separación de poderes, administración de justicia, instituciones públicas eficientes, reformas del sistema electoral). Sabemos a ciencia cierta que la calidad de las instituciones resulta vital para el funcionamiento eficiente de los mercados y la corrección de aquellas fallas que estos puedan presentar. Sin avances en ambos frentes, el económico e institucional, seguiremos atrapados en el perverso bucle actual de parálisis y deterioro.
Un combustible para seguir creciendo
Los cuatro pilares en los que descansa el programa Comedores Cálidda 2.0 nutren de oportunidades y progreso a miles de personas.
Los datos del informe SOFI 2022 de la FAO reportan que más de 16 millones de personas en el Perú se encuentran en situación de inseguridad alimentaria. Por su parte, estudios de la ONG Acción contra el Hambre concluyen que en Lima Metropolitana casi el 80% de familias la sufre de manera severa o moderada. En este contexto los comedores populares cobran relevancia. A la labor gubernamental se suman los esfuerzos de empresas privadas como Cálidda, que trabaja a favor de estas organizaciones sociales desde 2010. Primero —como dice la directora de Sostenibilidad y Reputación de la empresa, Luciana Caravedo— conectando gas natural en los comedores y luego ampliando el programa con los Comedores Cálidda 2.0. Estos abarcan cuatro aspectos: infraestructura, salud, cuidado ambiental y desarrollo de negocios. La suma de ellos permite que las madres de los comedores cuenten con las herramientas necesarias para mejorar su vida cotidiana y la de miles de personas que acuden a ellas.
Nelly Miranda es la coordinadora distrital de Comedores Populares de Carabayllo y tiene bajo su responsabilidad alrededor de 120 comedores. Todos trabajan con Cálidda desde 2017. “Con el gas natural hemos reducido nuestros gastos. Por ejemplo, un comedor que prepara en promedio 75 raciones diarias gastaba siete balones al mes, cuando este costaba 35 soles. Es decir, necesitábamos más de 200 soles. Ahora, gracias a Cálidda, el gasto mensual no supera los 80 soles. Eso ha hecho posible que mejoremos nuestro menú, que podamos invertir y adquirir más cosas para nuestras cocinas”, afirma.
Además de la conexión de gas en sus locales, las lideresas comunales han sido capacitadas en temas vitales para su desarrollo personal. Al respecto, Miranda confiesa que en su barrio muchas mujeres han sido víctimas de violencia. “Ahora las cosas han cambiado, los talleres y charlas nos han ayudado a empoderarnos, a tener la oportunidad de trabajar para nosotras mismas y generar ingresos propios con el apoyo y crédito a nuestros emprendimientos”. Cuenta que Cálidda no solo ha equipado y mejorado los espacios de los comedores, sino que ha intervenido en aquellos que cuentan con locales propios, dotándolos de espacios verdes que ayuden a mitigar la contaminación ambiental y que a la vez les permita sembrar distintas plantas para autoconsumo. Los biohuertos las abastecen de verduras como lechugas y acelgas.
Caravedo, vocera de Cálidda, comparte las exitosas cifras de la iniciativa. En 13 años se ha conectado a 890 comedores populares con energía más limpia y eficiente. Los beneficiarios ascienden a más de 75,000 personas de 26 distritos de Lima y Callao. Por su parte, desde hace dos años, el repotenciado Comedores Cálidda 2.0 ha implementado 20 locales en los distritos de Lurín (2), Carabayllo (8), Ventanilla (3), San Juan de Miraflores (3), Villa El Salvador (4), brindando más de 20 capacitaciones —sobre educación nutricional y de higiene, inclusión financiera, prevención de la violencia— y favoreciendo al menos a 1,600 personas.
Algunas de las acciones complementarias cuentan con aliados como: Techo Perú, en colaboración con la remodelación de ocho comedores; la Universidad Privada del Norte, responsable de las pruebas de tamizaje de anemia en niñas y niños menores de cinco años; y, el programa A Comer Pescado, con capacitaciones sobre el valor nutricional del recurso y la entrega del alimento a precio social en seis distritos.
Cusco: reinventando un destino
Pasemos de un falso circuito con síntomas de envejecimiento prematuro a un circuito verdadero, que incluya a otras poblaciones.
Rogers Valencia, presidente del Instituto Cusqueño de Economía – INCUSE
Las perspectivas del crecimiento económico de nuestro país para los próximos años no son positivas. El año 2023 no solo ha sido golpeado por conflictividad social y pérdida de confianza de los actores económicos, sino que además la esperanza de que la economía y la política transcurrieran por cuerdas separadas ha desaparecido.
La tendencia del crecimiento económico potencial estuvo en números cercanos al 6% anual hace un lustro y está hoy casi al 3%. Todos los analistas coinciden en que este número no podrá absorber la mano de obra joven que se incorpore a la PEA cada año y es garantía de que el Estado no pueda cumplir con las expectativas de la población.
¿Qué hacemos para revertir esta tendencia?
Necesitamos cambios profundos en nuestra concepción del Estado. El sector Turismo tiene ventajas comparativas y competitivas y cuenta entre sus fortalezas con una masa crítica de personal calificado.
Turismo es consumo desplazado. En un país de geografía desafiante como es el nuestro depende particularmente del transporte aéreo, por lo que propiciar la competitividad del mismo es la primera tarea. El Aeropuerto de Chinchero servirá para este propósito, pero también tenemos que acelerar las inversiones en Chiclayo e Iquitos para propiciar una mejor conectividad.
No hay nada que haya hecho más daño al turismo en el Perú y al destino Cusco – Machu Picchu que la actitud de dirigentes del pueblo de Aguas Calientes que atribuyéndose la representación de la población propician bloqueos de la línea del tren, destruyen las vías, apedrean vagones, secuestran turistas. O decisiones populistas como vender boletos presenciales previa cola y maltrato que imposibilita una experiencia satisfactoria.
La decisión del Ministerio de Cultura (MINCUL) de utilizar una plataforma virtual para vender y distribuir los boletos de ingreso a Machu Picchu es un importante paso en la tarea de disminuir las incertidumbres.
Las posiciones monopólicas y oligopólicas en Machu Picchu y los precios le restan competitividad al destino. Es vital para el futuro del sector la ejecución de los planes maestros de MINCUL que permitan el crecimiento sostenible del destino.
La ampliación del espacio de visita y la conexión con Santa Teresa y Choquequirao son parte del proceso de reinventar el destino, lo que permitirá crecer e incorporar nuevos productos dirigidos a nuevos mercados. Pero fundamentalmente será pasar de un falso circuito con síntomas de envejecimiento prematuro a un circuito verdadero, que incluya a las poblaciones de Anta, La Convención y Abancay. Un destino remozado con el nombre de Machu Picchu territorializado, compuesto de una serie de nuevas experiencias para los viajeros y con la población local participando de las oportunidades y beneficios que genera la actividad.
Si hacemos bien nuestra tarea, el sector Turismo a nivel nacional podría representar el 10% del PBI de Perú en 2035.
Hacia la recuperación del turismo… y más allá
¿Queremos más turistas? Facilitemos el acceso de los boletos a Machu Picchu. Y hagamos sostenible su capacidad de acogida.
Juan Stoessel, CEO de Casa Andina Hoteles
El Turismo proyecta cerrar 2023 a un 50% de la prepandemia. Para ponerlo en contexto, esto significa versus 2019: 2 millones de turistas extranjeros menos, una reducción de US$1.86 billones en aporte al PBI y un millón de puestos de trabajo perdidos. Han transcurrido 44 meses desde que inició la crisis del COVID-19 (a la que siguieron las crisis de Castillo, El Niño y el dengue) y aún estamos lejos de nivelarnos. Casi cuatro años. No podemos esperar más. Necesitamos emprender ya las medidas que permitan al sector recuperarse.
Número uno en la lista, Machu Picchu. Regresar a prepandemia demanda obligatoriamente recobrar su volumen de visitas. Vamos al 51.6% de visitas totales y 44.7% de visitas extranjeras (periodo enero-agosto). Mejorar esa baja performance exige actuar en varios frentes. Primero, habilitar la venta del 100% de entradas vía plataforma digital. ¿Queremos más turistas? Facilitemos el acceso a los boletos. La populista decisión de entregar 1,000 tickets diarios a Aguas Calientes lo único que logró es que ni un solo día hayamos cubierto el aforo permitido. Pongamos fin a este sistema precario, que solo genera mala imagen, maltratos y engaños. Seguidamente, debemos incrementar su capacidad de acogida, de manera sostenible, para crecer en visitas sin afectar la llaqta. El Ministerio de Cultura tiene que implementar sin demora el plan maestro para el reordenamiento de Machu Picchu, que dotará a la ciudadela de centro de visitantes, nuevos caminos incas, accesos mecanizados, incorporando tecnología para ordenar adecuadamente el flujo y optimizar la experiencia.
Otro pilar fundamental es el nuevo aeropuerto Jorge Chávez. El antiguo era un cuello de botella, con el nuevo nuestra capacidad de recibir turistas dará un gran salto. La obra está muy avanzada, no así la construcción del nuevo acceso por el puente Santa Rosa. Debe acelerarse al máximo, de lo contrario tendremos el aeropuerto de adorno. Igualmente importante es mejorar la conectividad aérea en nuestros demás destinos. Si queremos más turismo, necesitamos mayor tráfico aéreo. Esto implica meterle turbo a los permisos para ampliar los aeropuertos regionales y destrabar las inversiones para mantener operativos los aeropuertos de Jaén, Jauja y Juliaca, que requieren nuevas pistas.
También es de enorme relevancia el turismo corporativo. El Centro de Convenciones de Lima acaba de cumplir 8 años sin usarse para la que fue su razón de ser: albergar megaeventos corporativos. Basta ya de tanta inoperancia. Es hora de concesionarlo a una empresa experta que lo ponga en valor. Lima tiene una ubicación privilegiada, si ponemos este recinto en valor, nos insertaremos de lleno en el circuito internacional de eventos. Con dos grandes eventos al mes inyectaríamos US$240 millones extra a la economía.
Aquí no hay que inventar la pólvora. Las tareas pendientes están mapeadas. En varios casos se ha avanzado y falta pisar el acelerador. En otros se requiere decisión política. Romper huevos para hacer tortillas. Los beneficios son clarísimos. Podemos volver a los niveles prepandemia a fines de 2024. O continuar arrastrando los pies y resignarnos a esperar hasta fines de 2026. ¿Queremos superar la recesión? Recuperar el turismo significa mayor ingreso de divisas, más empleo descentralizado, mayor aporte al PBI. Hagámoslo juntos, gobierno central, gobiernos regionales y empresa privada. El objetivo va más allá de regresar a los números pre-COVID. ¡Queremos llevar al Perú a las grandes ligas del turismo mundial!
Directora: Cecilia Valenzuela Editor: Jaime Bedoya Redación: Nicolás Castillo, Diana Quiroz Diseño: Juan Vargas, José Sáenz Fotografía: Javier Zapata Marketing: Graciela Rubina Corrección: Eliana Huaco Perú21 Media Chirimoya S.A.C. Av. Reducto 1363, piso 5, Miraflores – Lima Copyright©Perú21.pe