La presidenta de Perú, Dina Boluarte, reveló públicamente que se sometió a una cirugía por motivos de salud, procedimiento que hasta ahora había mantenido en secreto. Esta afirmación surge en medio de la polémica y la apertura de una investigación fiscal por presuntos delitos de omisión de actos funcionales y abandono de cargo. Boluarte, sin embargo, aseguró que el operativo no afectó en ningún momento su capacidad para desempeñar sus funciones presidenciales.

En un mensaje dirigido a la nación, Boluarte explicó que la intervención quirúrgica fue estrictamente necesaria para tratar un problema respiratorio y no tenía fines estéticos. “Sí, me operaron. Fue una intervención esencial para mi salud, relacionada con mi funcionalidad respiratoria. En ningún momento significó incapacidad o impedimento para ejercer mis responsabilidades”, afirmó el presidente.

Defensa contra acusaciones

Boluarte desestimó las acusaciones de la fiscal Delia Espinoza, quien sostiene que durante su recuperación podrían haber sido falsificadas varias firmas atribuidas al presidente. Como prueba de que siguió cumpliendo con sus funciones, la mandataria destacó que promulgó un total de 91 decretos durante el período en cuestión. «Una persona discapacitada, que no puede realizar funciones intelectuales o motoras, no podría cumplir con esta cantidad de regulaciones», afirmó.

La presidenta también cuestionó la apertura de la investigación, calificándola de parte de un complot para desestabilizar su gobierno. “Cuando el Ministerio Público decida citarme renunciaré voluntariamente a mi derecho al secreto médico y entregaré mi expediente médico”, afirmó, reiterando que está dispuesta a demostrar la legitimidad de sus acciones.

La controversia del procedimiento quirúrgico

La investigación de la Fiscalía se originó tras declaraciones del ex primer ministro Alberto Otárola, quien mencionó ante el Congreso que Boluarte se sometió a una cirugía nasal en junio de 2023. Especialistas jurídicos han señalado que el presidente pudo haber violado la Constitución al no informar previamente sobre su procedimiento médico y posible temporal ausencia del cargo. Sin embargo, Boluarte insiste en que el tratamiento fue necesario y que no hubo abandono de funciones.

Nuevas acusaciones relacionadas con Vladimir Cerrón

Además del caso de la cirugía, Boluarte enfrentó cuestionamientos sobre una supuesta conexión con Vladimir Cerrón, líder del partido Perú Libre y actualmente prófugo de la justicia por acusaciones de corrupción. Las autoridades sospechan que Boluarte habría ayudado a Cerrón a evadir la ley luego de una reunión en el condominio Mikonos, en la localidad de Asia, al sur de Lima.

El presidente negó rotundamente estas acusaciones y afirmó no haber visitado dicho condominio. “Nunca he estado en Mykonos ni conozco ese lugar. Mi presencia fue en otro lugar, donde fui por invitación y acompañada de una amiga”, explicó. Boluarte también destacó que no utiliza recursos del Estado para proteger a personas buscadas por la justicia. “No escondo delincuentes ni encubro actos ilegales”, aseguró.

Acusaciones de desestabilización

Boluarte calificó las investigaciones y acusaciones en su contra como parte de una estrategia para promover su despido. Según el presidente, estos ataques buscan desestabilizar al gobierno y facilitar su vacancia, una herramienta constitucional que el Congreso ha utilizado para destituir a líderes anteriores.

“Siempre he sido respetuosa con las instituciones judiciales, pero estoy siendo objeto de un acoso sistemático con el único fin de generar una crisis política”, afirmó. Boluarte cerró su mensaje con un llamado a respetar las instituciones y trabajar juntos por el bienestar del país, en medio de las tensiones políticas que siguen marcando su mandato.