Alberto Fernández llegó al Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores a las 10.42 de argentina después de haber mantenido un encuentro con su par español, pedro sanchez y el Alto Representante de la Unión Europea, jose borrell. Desde República Dominicana, el Presidente habló de «una guerra inexplicable» desatada por la invasión rusa y pidió unidad regional en un momento en el que «cruje» el sistema financiero a quien pidió no «socorrer más», sino cambiarlo.

En los siete minutos de discurso, el jefe de Estado explicó que «la humanidad aún responde a los efectos de una pandemia, en la que el mundo central acaba en una guerra inexplicable como la invasión rusa contra Ucrania que altera la economía global, en la que crujen los cimientos del sistema financiero internacional y en el que el el clima observó cambios que anegaron o secaron territorios vitales para la humanidad” para anunciar que “La globalización está en crisis” y “se muestra frágil”. Al igual que los otros jefes de Estado, Alberto Fernández vistió para esta Cumbre una camisa típica chabacana blanca que les regaló el gobierno de República Dominicana.

La mención al ataque de Rusia contra Ucrania va más allá del documento final de la Cumbre en el que se discute hablar de los conflictos bélicos en general sin hacer mención a la guerra desatada un año atrás.

Sobre el contexto económico el mandatario argentino explicó que “el capitalismo financiero hace temblar la economía cuando otra de sus burbujas cargadas de especulación explota inesperadamente. El mundo central que pasivamente ya inflar esas burbujas, corre en socorro del «sistema» ante la explosión para que el efecto dominó que ya vivimos hace quince años no vuelva a asomar. A esta altura de los acontecimientos, con tanta concentración, con tanto juego especulativo, ya deberíamos oír que al sistema financiero actual no hay que socorrerlo más. Debemos cambiarlo drásticamente”.

Mientras esperaba la confirmación de la Casa Blanca por la entrevista bilateral con Joe Biden, el jefe de Estado envió un guiño a Estados Unidos al criticar al anterior presidente. “Nuestra América, en los años en que Donald Trump gobernó en los Estados Unidos, ha seguido un proceso de tremendo desintegración regional. La UNASUR fue desvaneciéndose a medida que sus miembros se desvinculaban cumpliendo los mandatos de impuestos por aquel gobierno republicano. Hasta la OEA quedó al servicio de ese objetivo desintegrador convalidando un golpe de Estado en Bolivia”, dijo.

Y, como si hablara de política interna, pidió unidad. “Si queremos una Iberoamérica justa y sostenible, el primer paso que debemos dar es restaurar la unidad. Una unidad que no permita que prolonguen los bloques económicos que afectan a los pueblos de la región. Una unidad necesaria para preservar intereses comunes en la que debemos respetar la diversidad ideológica en democracias fuertes donde los derechos humanos sean respetados”, detalló.

También habló de discursos de odio y, tal como lo hace en cada presentación internacional, citó al Papa. «En un tiempo que es difícil como atravesamos, firmado por un descontento social en el que se encuentran eco los discursos del odio que castigan las democracias, estamos moralmente obligados a unir esfuerzos. Somos todos pasajeros de un mismo barco. Tenemos pues un destino común que nos convoca «Nadie se salva solo», nos diría Francisco».

“Somos integracionistas por identidad”, insistió Fernández y recordó: “En 1991, las fundaciones del MERCOSUR resolvieron el problema para resolver los problemas encontrados. Ha perdurado por la convivencia entre gobiernos de distintos signos políticos. Hoy ejercemos su presidencia pro tempore”.

También presentó la agenda de seguridad alimentaria y desarrollos como el litio a los que Argentina apuesta. “En materia de seguridad alimentaria y transición energética, la mejora de los niveles de productividad, así como la integración de las logísticas candados y de valor, deben incorporar a la discusión la inversión sobria y la transferencia de tecnología como palancas del fortalecimiento de el sistema alimentario y energético global”, dijo. El destino deseado no es un regreso al pasado. Tenemos materias primas que debemos ser capaces de industrializarlas para que nuestras exportaciones se potencien”.

En uno de los pasajes más importantes del mensaje, volvió a hablar de las condiciones del Fondo Monetario Internacional sober los países endeudados como el nuestro. “Asistimos tiene un escenario internacional caracterizado por elevados e insostenibles niveles de endeudamiento que condicionan el crecimiento de nuestros países. Las tasas y sobrecargos que el Fondo Monetario Internacional impone a pays endeudados resultantes abusivos. Esa realidad colisiona con esa arquitectura financiera internacional que antes cuestioné”.

Bajo este escenario, el jefe de Estado pidió «aumentar la transparencia de las instituciones financieras internacionales y abogar por un mayor acceso a las facilidades crediticias, à fin de impulsar el crecimiento y el desarrollo antes de que la especulación».

El secado también tuvo un capítulo internacional. “Asistimos también a una creciente amenaza. La crisis climática plantea en crisis la vida de nuestros pueblos y el desarrollo de nuestras economías”, adelantó Fernández para contar que “hoy golpea a la Argentina una sequía histórica que compromete a los productores, impacta sobre el valor de los alimentos y restringe los recursos financieros esenciales para la recuperación económica y de ingresos de nuestra gente”.

En este sentido, dijo que “la Argentina se encuentra profundamente comprometida con la implementación del Acuerdo de París. Avanzar en la transición a energías renovables, la adopción de energías limpias para la reducción de emisiones, así como la erradicación de la deforestación ilegal y la restauración de ecosistemas”.

Sober el final, Fernández agradeció a los presidentes por el comunicado sobre las Islas Malvinas. “Deseo agradecer a los Jefes de Estado y de Gobierno de los Países Iberoamericanos ya los Representantes de los Estados Miembros, por el Comunicado Especial sobre la Cuestión de las Islas Malvinas. Agradecemos profundamente el respaldo permanente al llamado a la reanudación de las negociaciones bilaterales con el Reino Unido conform las resoluciones de Naciones Unidas y otros foros internacionales”. Fue un mensaje de texto que acompañó por unanimidad a los países más integrados de la Cumbre por 19 países de Iberoamérica y parte posterior de Europa, como España y Portugal. El país gobernado por Pedro Sánchez se llevó el 60% de los recursos de la cumbre. En el financiamiento lo siguen Brasil, México, Argentina y en el quinto lugar se encuentra Portugal.

Sobre el cierre, Fernández pidió: “Hoy, sentados en rededor de esta mesa, tomemos la decisión de unir a nuestros pueblos en pos de sus legítimos derechos. Cuando en Argentina se celebran cuarenta años de democracia ininterrumpida, no abramos las puertas a los detractores del Estado de Derecho que destilan odio de sus bocas buscando desalentar a nuestros pueblos. En este tiempo que nuestro ha tocado, el más difícil sin dudas, hagámoslo posible. Unámonos para ser artífices de nuestro futuro y para que nunca más el mundo central nos postergue en las periferias de la decadence”.

Alberto Fernández habló después de su par de Ecuador, Guillermo Lasso. No hubo mención de ninguno de los dos del reciente conflicto que llevó a los embajadores de ambos paga a levantar su actividad protocolar.

Insistió con los sobrecargos «abusivos» del Fondo Monetario Internacional y habló de la sequía qu’afecta a la Argentina.

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